-¿Cómo viven los regantes la situación de sequía del campo, ahora algo atenuada por las lluvias de la primavera?

-Como no llovía, hemos estado pidiendo dotaciones adelantadas. Este año vamos a usar bastante agua y tendrán que ser altas. El año pasado pudimos ahorrar, porque cuando el año es lluvioso se aprovechan aguas de escorrentía.

-¿Contempla un escenario con menos dotaciones?

-A nosotros nos da pánico. Queremos dotación plena, las que nos pertenecen por concesión. Creemos que será así, porque todas las cuencas están bien. No veríamos lógica otra cosa.

-El Guadalquivir ha vuelto ahora a manos del Estado, pero el nuevo Gobierno de coalición PSOE-IU hace pensar que la Junta seguirá peleando por su gestión.

-Nuestra postura no variará. El Guadalquivir tiene que estar en el Estado. No se puede gestionar un río por provincias, como lo hacían. Era nefasto: duplicaba gastos y se politizaba el agua. Para que la política hidráulica sea coherente ésta debe estar en el Estado.

-¿El Estado garantiza esa coherencia?

-Sí. Por ejemplo, si el Estado no impulsa los trasvases, ¿quién lo hace?

-En cualquier caso, el Guadalquivir es en un 90% andaluz.

-Aun así no entiendo el interés de la Junta en adquirir la competencia. No sé en que nos ha aventajado todos estos años, porque lo que ha sido es un caos total. No sabías a qué funcionario dirigirte, y los tribunales han echado para atrás las multas. No es un juego en el que el río le toca unas veces a la Comunidad y otras al Estado. Es muy serio y los afectados somos nosotros.

-¿Ha calculado Feragua la cuantía económica de las multas anuladas por no ser la andaluza la administración reconocida competente?

-No lo hemos hecho, porque muchas están aún en los tribunales.

-¿Todas las sentencias le han dado la razón a los regantes?

-Prácticamente todas, y seguirán saliendo en esta línea. Estamos, además, muy contentos de que el Gobierno haya anulado el decreto de delegación de competencias de comisaría. Era una tomadura de pelo, porque éste suponía volver a lo mismo: duplicidad de gestión. Creemos que con esta medida se puede cerrar un ciclo.

-¿No contemplan en ningún caso la participación de la Junta en la gestión del Guadalquivir?

-Sí, sí. Somos partidarios de lo que había antes: una cogestión. Que se pongan de acuerdo Junta y Estado con el nombre del comisario, e incluso que lo nombre la Junta, pero que la gestión corresponda a la Confederación del Guadalquivir.

-En las últimas décadas hemos asistido a una gran expansión del regadío, lo cuál ha aumentado el déficit de cuenca. ¿Cómo ha evolucionado la situación?

-Siempre al alza. El regadío no ha parado de crecer, pero nosotros no tenemos la culpa. Es la Administración la que da las concesiones. La cuestión de por qué el río es deficitario y por qué ha crecido tanto el regadío es una pregunta para la Administración.

-¿Cómo evoluciona, por cierto, el nuevo plan hidrológico para el Guadalquivir? Parece que no se termina de aprobar.

-Eso es la Administración, que va muy lenta. Ya está redactado. Nosotros hemos presentado nuestras alegaciones y falta que respondan.

-¿Cuáles son las principales alegaciones?

-No estamos de acuerdo con las concesiones. Se divide el agua oficial entre las concesiones oficiales, pero la realidad es que necesitamos mucha más. De media, cada regante recibe un 20% menos de agua con esta redacción.

-¿Cómo sobrellevan los regantes la crisis general de la agricultura?

-Lo que hay es un problema de liquidez. La factura de la luz nos está crucificando. Antes usábamos menos electricidad y gastábamos más agua. Ahora es al revés. Pero si hace unos años nos dicen que el coste de la luz iba a ser el que es no nos modernizamos. Han quitado las tarifas planas y le hemos pedido al ministro que regresen, porque éstas nos están arruinando.