Innovación

Dos emprendedores malagueños idean un GPS para invidentes

  • Los jóvenes diseñan una 'app' para el móvil con un interfaz de voz que guía al usuario por la ciudad y le alerta de posibles obstáculos.

En España hay en torno a un millón de personas con algún tipo de discapacidad visual y, de ellas, unas 60.000 presentan ceguera total. Con el objetivo de facilitar su movilidad en los entornos urbanos, dos emprendedores malagueños, Javier Lafuente y Alejandro Palomino, se han embarcado en el desarrollo de un GPS que les guiará cuando caminen por la ciudad advirtiéndoles de los obstáculos y objetos públicos fijos que podrán encontrarse en su travesía.

La idea se les ocurrió hace apenas tres meses y, desde entonces, todo se ha sucedido a una velocidad de vértigo. Tanto, que estos dos jóvenes han presentado su innovación a dos concursos a nivel nacional -uno de Adecco y otro de Telefónica; ver texto adjunto- y ya tienen un plan de desarrollo de los pasos a dar para lograr que, a finales de 2015, su invento pueda lanzarse al mercado.

¿En qué consiste exactamente su propuesta? En una aplicación para el móvil basada en la geolocalización que contará con un interfaz de voz para su comunicación con el usuario. Para que sea totalmente fiable, los contenidos se actualizarán continuamente para estar al día con respecto a obras, nuevo mobiliario urbano o cualquier otra novedad que haya en los trayectos. Con toda esta información, el sistema ofrecerá tres itinerarios alternativos para que pueda elegir el más seguro. "En definitiva, lo que buscamos es que las personas con discapacidad visual puedan moverse por cualquier ciudad del mundo sin necesidad de conocerla previamente y sin la ayuda de otra persona o de un perro lazarillo", explica Lafuente.

Los impulsores de esta herramienta, bautizada como Free Road GPS, aseguran que "no hay ninguna iniciativa parecida en el mercado español". "En Francia y Alemania sí hay empresas que han lanzado al mercado productos como bastones con sensores, gafas o portátiles que pretenden ayudar a estas personas a circular por la ciudad, pero se trata de sistemas muy caros, que se acercan a los 2.000 euros". El suyo, sin embargo, pretende ser muy asequible, puesto que la idea es situarlo en una horquilla de entre 300 y 500 euros, "aunque aún es pronto para hablar de cifras", matizan.

¿En qué punto se encuentra el proyecto? Hasta ahora, Lafuente y Palomino, de 27 y 21 años, respectivamente, han dejado en manos de tres ingenieros informáticos el diseño inicial de la aplicación -su función era ver si tenía viabilidad técnica-, pero están sumergidos en la búsqueda de una empresa nacional "experta en la materia" -tienen cuatro finalistas de Andalucía, Madrid, Cataluña y País Vasco-, que se encargará de realizar el desarrollo final. Lo que sí ya han hecho es registrar su invento. "España no permite patentar software informático, pero hemos hecho un acta notarial para protegerlo; cuando tengamos el sistema definitivo sí podremos solicitar una patente de su código", explica Lafuente.

Los planes de los malagueños pasan por constituirse como empresa a principios del año que viene, contar con un prototipo de este GPS para invidentes en cuestión de cuatro o cinco meses e invertir otros tantos en las pruebas para testarlo, con lo que, calculan, a finales de 2015 ya podrán lanzar el producto al mercado.

"En enero queremos crear la empresa y decidir dónde nos vamos a ubicar", avanzan. Se instalarán en una incubadora del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA) en Málaga, aunque aún tienen que decidirse entre la de la Universidad, el Ayuntamiento y la Junta. "Analizaremos las compañías que hay en cada una y veremos con cuáles podemos tener mayores sinergias", explican.

Málaga es también el escenario elegido para testar su prototipo. Urban Lab, un laboratorio urbano para la realización de pruebas y demostraciones de productos y servicios smart city, será el entorno en el que verán cómo funciona su invento y las mejoras a realizarle.

Paralelamente, los jóvenes estarán sumergidos en la búsqueda de financiación para su proyecto. "Hasta ahora los únicos gastos que hemos tenido han sido los del notario, los dossieres explicativos de nuestra iniciativa y los desplazamientos a congresos y ponencias; los ingenieros y demás profesionales del equipo son amigos que han facilitado sus conocimientos de forma altruista", reseña Lafuente. Sin embargo, más adelante sí requerirán fondos para contar con un servidor grande con capacidad para gestionar toda la información necesaria para facilitar el servicio de geolocalización. Aun así, rechazan dar entrada en su negocio a inversores privados -ya hay dos interesados-, al menos, hasta tener un prototipo. Prefieren tocar otras puertas, como la de las administraciones públicas o la obra social de la ONCE. Precisamente, esta organización se puede convertir en un partner clave de la empresa para la comercialización del GPS.

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