Protestas de agricultores

El día en el que el campo sevillano dijo basta

  • Unos 5.000 tractores y 16.000 personas en total cortan cuatro de las principales autovías de la provincia sin incidentes

Los agricultores cortan con tractores y a pie la A-49 en los dos sentidos

Los agricultores cortan con tractores y a pie la A-49 en los dos sentidos / José Ángel García

La movilización permanente que vive el campo en el último mes y medio –en protesta por los bajos precios que reciben y los crecientes costes de producción– llegó a Sevilla y lo hizo a lo grande: con el corte de cuatro de las cinco principales vías de la ciudad y una asistencia masiva.

Según las organizaciones agrarias convocantes, Asaja, COAG, UPA y Cooperativas Agro-Alimentarias, la protesta reunió a unos 5.000 tractores y 16.000 agricultores, un número muy alto si tenemos en cuenta que el censo agrario del Instituto Nacional de Estadística contabiliza 32.000 (dato de 2009). El 50% de los productores sevillanos, por tanto, estuvo en la movilización.

Los cortes se produjeron entre las 11:00 y las 14:00 en la autovía A-49 hacia Huelva, a la altura de Benacazón; en la A-92 hacia Málaga en el término de Aguadulce; en la antigua autopista AP-4 entre los kilómetros 53 y 54 (por Lebrija) y en la autovía A-4 a la altura de Carmona. Todos las protestas fueron masivas y hubo largos intervalos de tiempo –no todas las horas, pero sí algunas– en los que se cortaron las dos direcciones de la carretera. Sólo se dejaba, normalmente, un carril para emergencias.

Estaba previsto, en un principio que los cortes de carretera fueran de 15 minutos en intervalos de una hora, pero fue tal la afluencia que la Guardia Civil prefirió habilitar desvíos, lo que alivió bastante la congestión de tráfico. Eso no evitó atascos de unos kilómetros en momentos puntuales –sobre todo al inicio y a la finalización de las marchas– sin que se pueda hablar en ningún caso de colapso.

Multitudinaria manifestación en la A4 a su paso por Carmona Multitudinaria manifestación en la A4 a su paso por Carmona

Multitudinaria manifestación en la A4 a su paso por Carmona / Antonio Pizarro

La protesta salió como las organizaciones esperaban. Fue una movilización masiva, sin incidentes y sin grandes problemas para el tráfico más allá de los lógicos ocasionados por un corte de carretera. Como se afirma desde las organizaciones agrarias, si de verdad hubieran querido provocar una situación de colapso lo normal sería que hubiesen entrado en la capital o que hubiesen cortado en horas punta las vías. Todas las tractoradas finalizaron a las dos de la tarde –en algún caso con algo más de retraso–, justo cuando comienzan a circular más coches.

Sólo hubo algunos incidentes –si se pueden llamar así– aislados que quedaron casi como anécdota. Así, según se informa desde Asaja-Sevilla, hubo un conato por parte de algunos tractores de cortar la N-4, que estaba siendo utilizada por los ciudadanos como alternativa a la antigua autopista AP-4. No pudieron conseguirlo: sólo circularon por allí pegados al arcén. En Aguadulce, los líderes del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) Diego Cañamero y José Manuel Sánchez Gordillo intentaron entrar en la protesta de agricultores, pero la Guardia Civil lo impidió.

Las protestas provocan atascos en algunos momentos pero los desvíos habilitados y la disciplina de los manifestantes evitan colapsos

En Benacazón (A-49) se cayó un neumático de un tractor y algún exaltado tuvo la tentación de quemarlo, pero un dirigente agrario lo escondió habilmente en la mediana. Y en Carmona estaba previsto que, de modo simbólico, se quemaran un olivo y un tractor, algo que finalmente no se produjo.

En Aguadulce (A-92), muchos coches y camiones se quedaron atrapados en la manifestación, sin posibilidad de desvío y, según se afirma desde Asaja-Sevilla, reaccionaron no con enfado, sino todo lo contrario. “Nos animaban a seguir, no había ninguna acritud”. En Benacazón (A-49), en determinados momentos pasaban coches –cuando uno de los sentidos no estaba cortado– cuyos conductores pitaban a los agricultores en señal de ánimo.

A modo de anecdotario, llamaba la atención la ausencia de banderas –sólo era general una blanca en la que figuraban los logos de las organizaciones convocates– y si había algunas éstas eran españolas. La escasa presencia de banderas andaluzas contrastaba con otras manifestaciones históricas, aunque en el caso de Benacazón sonó el himno andaluz en varias ocasiones en el coche que encabezaba la manifestación.

Los líderes de las organizaciones agrarias estuvieron de acuerdo en considerar la movilización un éxito. El presidente de Asaja-Sevilla y Asaja-Andalucía, Ricardo Serra, aseguró que la protesta fue “una demostración de las dificultades que vive el campo”. Para él, la protesta sevillana es “un punto de partida” para que los políticos “se tomen en serio la necesidad de resolver los problemas”.

El secretario general de COAG Andalucía, Miguel López, apeló a que el Gobierno implique a sus ministros en la resolución de los problemas del campo. “Que Pedro Sánchez empiece a tomar y siente a los nueve ministros en esa mesa de negociación, o a secretarios de Estado o a simples técnicos, pero estamos hartos de que nos anuncien cuestiones que no van a resolver los problemas”.

Por su parte, El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias, Francisco Bernal, acusó a la política nacional y europea de “tener condenados a los agricultores”. Y el secretario de UPA Sevilla, Juan Vicente Revert, sostuvo que el sector ha dicho “basta ya” y no estará dispuesto a retirarse hasta que haya de verdad soluciones a sus problemas.

Algunos tractores intentaron cortar sin éxito la N-4, donde no había marchas previstas

Las cuatro organizaciones emitieron una nota conjunta en la jornada de ayer en la que resumían sus reivindicaciones: precios dignos, equilibrio en la cadena alimentaria y un mayor control de las importaciones de países terceros.

La protesta, al realizarse en cuatro puntos estratégicos, permitió a agricultores de cualquier punto de la provincia acudir con su tractor o coche en poco tiempo al punto de manifestación. En la AP-4 estuvieron productores de Lebrija, Las Cabezas, Montellano, Coripe, Morón, El Coronil, Los Palacios, Utrera o Arahal, con cultivos de regadío y secano de remolacha, arroz, algodón, hortícolas y olivar. Para Aguadulce fue toda la comarca de Estepa y pueblos de la campiña como Osuna y El Saucejo, dominadas sobre todo por el cultivo del olivar.

A Carmona fue también la campiña y La Vega, además de la Sierra Norte con municipios como Carmona, Lora del Río, Cantillana, Cazalla, Guadalcanal o El Pedroso. Una gran variedad de producciones se dio cita aquí: cereal, cítricos, olivares, algodón y ganadería extensiva, sobre todo porcino ibérico. En Benacazón, se citaron pueblos olivareros del Aljarafe como Umbrete, Gines y Bollullos y también arroceros, como Isla Mayor, Aznalcázar o Aznalcóllar.

Las protestas fueron apoyadas, entre otros por la patronal aceitunera Asemesa, la de fruta de hueso Asociafruit, la de la maquinaria agrícola Asema, , la de caza FAC, la CEA, la Indicación Geográfica Protegida de la Aceituna Manzanilla y la Aceituna Gordal, la de los regantes Feragua, la Federación de Arroceros, entre otros

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