Economía

La otra cara del mercado laboral alemán

  • A pesar del 6,7% de paro, más de un tercio de los trabajadores tienen un 'minijob', un contrato temporal o uno de media jornada Muchos tienen que pedir una ayuda social para sobrevivir

Alemania, la mayor economía de Europa, uno de los pocos países de la Unión Europea (UE) que se mantiene a flote con una de las tasas de desempleo más bajas, es también el país donde 7,4 millones de personas tienen un miniempleo y donde más de cuatro millones perciben la ayuda social del Estado.

Las positivas cifras del mercado laboral, con una cuota de desempleo de un 6,7%, la más baja desde la reunificación alemana -como la canciller Angela Merkel no se cansa de repetir cada vez que tiene ocasión-, tienen también otra cara menos conocida.

Más de un tercio de los trabajadores alemanes tienen un contrato temporal, uno de los famosos minijobs (miniempleo de no más de 450 euros al mes tras la subida de principios de año) o trabajan media jornada, y de éstos últimos un 58% tienen un salario bajo, según datos de la Oficina Federal del Trabajador y de la Oficina Federal de Estadística de Alemania.

"Casi uno de cada cuatro trabajadores tiene un trabajo con un salario bajo del que no pueden vivir", critica el presidente de la Unión de Sindicatos alemanes (DGB), Michael Sommer. "Ser pobre a pesar de trabajar ha dejado de ser algo que ocurra raras veces", agrega. Se refiere a un sector de la sociedad que se ve obligado a solicitar un complemento salarial al Estado a través de la ayuda social y que se ven empujados a la pobreza en la vejez, a pesar de haber trabajado toda su vida.

Aproximadamente 2,5 millones de trabajadores perciben menos de seis euros cada hora, mientras que 1,4 millones ganan incluso menos de cinco euros la hora, como sucede, por ejemplo, entre el personal de peluquería, donde pueden llegar a ganar incluso tres euros a la hora, según un estudio publicado por el Instituto de Trabajo y Cualificación (IAQ) de la Universidad de Duisburgo-Essen. Según los expertos del IAQ, alrededor de un 80% de estos trabajadores tienen un título de formación profesional o incluso un título académico, con lo que desmontan el argumento de que la falta de un salario mínimo permite incorporar mano de obra sin ningún tipo de cualificación.

La necesidad de establecer un salario mínimo por ley se ha convertido en el caballo de batalla electoral del candidato del Partido Socialdemócrata (SPD), Peer Steinbrück. "Es necesario que en este país nadie, con independencia del lugar de residencia o su edad, trabaje por menos de 8,50 euros a la hora", declaró el rival de Merkel en las próximas elecciones generales de septiembre. Este salario mínimo situaría a Alemania en la parte alta de la tabla, donde destaca Luxemburgo con un salario mínimo de 10,41 euros a la hora frente a los 3,84 de España o los 0,80 de Bulgaria.

Desde la patronal alemana (BDA) creen que esto reduciría las posibilidad de muchas personas a acceder al mercado laboral y no la necesidad de la gente de acudir a las ayudas sociales a pesar de trabajar. Según datos de la Oficina Federal del Trabajo (BA), un total de 1,3 millones de trabajadores se ven obligados a pedir una ayuda social para llegar a final de mes.

El trabajo mal remunerado aumentó desde 1995 desde el 17,7% hasta el 23,1%, y algunos estados federados como Renania Palatinado se han convertido en los estados de los minijobs. En algunas ciudades la cuota de minijobs llega a alcanzar más de un 30% del total de trabajadores de la zona.

Los minijobs, concebidos en un primer lugar para regularizar la situación de los alemanes que trabajaban sólo un par de horas a la semana para que tuvieran seguridad social, han acabado convirtiéndose en una de las principales causas que empujan a la pobreza a miles de personas.

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