Las cajas de ahorro están sufriendo la crisis económica en España de manera casi idéntica a sus primos los bancos y, al igual que éstos, registraron en el primer semestre del año la primera caída interanual de sus beneficios desde 2002. El consejo de administración de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), reunido ayer en Zaragoza, hizo públicos los datos consolidados del conjunto del sector, que obtuvo hasta junio un resultado atribuido de 5.119 millones de euros, un 3,8% menos que en el mismo periodo de 2007.

En el caso de los bancos, el beneficio de las entidades que operan en España cayó un 1,15% en los seis primeros meses del año, hasta los 9.172 millones. Los bancos atribuyeron este descenso a las mayores dotaciones por insolvencias y a los menores resultados extraordinarios.

Argumentos también muy similares a los que expusieron ayer Juan Ramón Quintás, ex director general y nuevo presidente de la CECA, y Antonio Olavarrieta, que le sucede en la dirección general. Así, respecto a la caída de los beneficios, desde la patronal matizaron que esos resultados de 5.119 millones son "los segundos mayores en diez años", si se excluyen los "extraordinarios" resultados de 2007, un año en el que el beneficio aumentó un 37%, influido en parte por las operaciones realizadas con las participaciones industriales (extraordinarios).

Con respecto a las pérdidas netas por deterioro de activos, concepto que engloba la mayor parte de los antiguos "saneamientos e insolvencias", crecieron un 66,3% en relación con el primer semestre del año anterior.

Mientras, la tasa de morosidad escaló hasta el 2,49% y la CECA prevé que podría llegar al 3,3% a finales de año -tres décimas más de lo previsto incicialmente- y al 5% en 2009. Las cajas no creen que estos niveles pongan en peligro a ninguna entidad y atribuyen el aumento de la morosidad al repunte de los activos dudosos, por un lado, y a la propia ralentización del crédito concedido. No obstante, destacaron que cerca de medio punto del aumento de esta tasa se debió a "circunstancias excepcionales ocurridas en el mercado inmobiliario durante el mes de julio", en alusión al proceso concursal de Martinsa-Fadesa.

Además, la CECA subrayó que las cajas mantienen una "sólida evolución": el margen de intermediación alcanzó los 10.060 millones, un 8,4% más; el de explotación se elevó un 2,7%, hasta los 8.993 millones; y el ordinario se situó en 15.819, un 5,9% más. El deterioro del entorno se compensó con "mayores dotaciones", especialmente las subestándar, que ascendieron a casi 850 millones de euros en este periodo.