-Tras la caída de ventas del año 2012, ¿cuál es la perspectiva con la que trabaja el sector para este ejercicio?

-Esperamos que el mercado vuelva a caer este año. Con un tendencia positiva que vaya de menos a más y termine mejor. En el global, el mercado bajará en torno al 7%, lo que significaría volver a niveles de ventas de 1985. Eso implicará, además, un envejecimiento del parque automovilístico por encima de los 11 años y cosas muy malas.

-Esto, por tanto, puede llevar a nuevos procesos de unión de marcas y concesionarios.

-Llevamos mucho hablando de una concentración de marcas que al final no se producen. Yo hablaría de dos ámbitos. El fabricante, donde verdaderamente sí que hay un proceso complicado para los europeos porque su mercado fuerte, el continental, lo está pasando mal, y ello puede llevar a un proceso de reajuste y consolidación de algunos movimientos. Por otra parte, a un nivel local, de concesionario, sí se está produciendo esa concentración, una reducción de redes. Hay menos concesionarios y los que hay son más grandes. Hay grupos que están adquiriendo los concesionarios más pequeños y eso sí se puede seguir produciendo, sobre todo si el mercado sigue cayendo en este 2013. No es el caso de Hyundai, que está creciendo, pero en general sí se puede dar.

-¿Puede ser el plan PIVE entonces un elemento clave para salvar las ventas como ha ocurrido en el tramo final de 2012?

-El plan PIVE ha funcionado bien en 2012 y ha ayudado a paliar la caída, pero me gustaría hacer una matización. Se habla del plan como una ayuda al sector del automóvil y esto es equivocado. Lo que tiene que hacer el Gobierno -y llamarlo plan PIVE, Prever o como quiera- es un plan de carácter social que ayude al comprador a planificar la compra del segundo producto más caro que se va a comprar, su coche. Una iniciativa que debería articularse en función de dos parámetros: seguridad y eficiencia energética. Hay muchísima tecnología a disposición del consumidor. Si quieres carreteras más seguras, en lugar de poner radares, lo que hay que hacer es renovar el parque, que es el segundo más antiguo de Europa. Por un lado, no debemos hablar de ayudas al sector sino de incentivos a la demanda, casi de corte social. Quiero un país con coches que contaminen menos y sean más seguros. En segundo lugar, debemos tener un plan que tenga continuidad en el tiempo. Al consumidor hay que explicarle de lo que dispone: 'Si tienes un coche de más de esta edad y lo cambias por uno eficiente tienes una ayuda'. Los cambios continuos en los planes son malísimos porque impiden planificar.

-Y dentro de estas ayudas, ¿hay que primar los coches más sostenibles?

-Desde luego hay que primar los vehículos más sostenibles. Hoy hay coches sostenibles con las tecnologías más variadas. El híbrido es una buena alternativa; el eléctrico hoy día es inviable por las necesidades que genera para su funcionamiento. También hay soluciones aplicables en motores de combustión muy eficientes. De Hyundai y de otras marcas.

-Esta apuesta por promover los vehículos más eficientes y sostenibles, impulsados por nuevas energías, hay teorías que apuntan a que podría convertirse en un verdadero motor de la economía. En una vía para salir de la crisis.

-Es un punto de vista interesantísimo. Todo lo que sea crear infraestructuras es magnífico para la economía, es mucho más potente que cualquier otra opción. Es la nueva forma de aplicar las teorías de Keynes de un modo más sofisticado, de invertir en infraestructuras, en I+D. Crear, por ejemplo, una nueva plataforma de distribución de hidrógeno en España, en La Roda o en Antequera, es la verdadera riqueza, el motor de la economía. Supondría la creación de empleo y la de nuevos nichos de mercado.

-Hyundai presenta ahora el IX35, un vehículo movido por hidrógeno, ¿estamos ante un cambio de modelo? ¿Está preparado el mercado para ello?

-Sinceramente, no. Hyundai se está anticipando en la exploración del automóvil del futuro. Creo que el hidrógeno y la pila de combustible pueden ser la solución para los vehículos del futuro por encima del coche eléctrico, que está muy limitado por los enormes costes que implica su adquisición y mantenimiento. La industria tiene que evolucionar y el cliente también. El consumidor no está preparado para no acelerar a la velocidad que quiere o para las sensaciones de conducción que el coche le va a transmitir. Es un proceso y hay que acostumbrarse, que el cliente sepa lo que quiere. Tardará lo que tarde, pero llegará

-Hablamos de una apuesta ambiciosa, ¿cuál es la posición de Hyundai en el sector y sus retos de futuro?

-Hyundai es la marca que proporcionalmente más invierte en I+D del mundo. En 2012, destinamos 9.000 millones de dólares en una apuesta clara en nuevas tecnologías y en eficiencia energética. Queremos adquirir un liderazgo en satisfacción del cliente, en entender lo que demanda y dárselo. Es el espíritu de un país, Corea, que hace 40 años no era nada, hace 15 años era la copia barata de Japón y hoy es día es líder con marcas como Hyundai, Samsung o LG. El objetivo es ser líder, que no te tachen de copiar, liderar el mercado, los avances.

-¿Qué relevancia tiene Andalucía para Hyundai? ¿Cuál es su peso?

-Andalucía es uno de los feudos de Hyundai. Tenemos una cuota de mercado superior al 5% por afinidad al cliente, que busca más el precio y la durabilidad del coche. Además, con la evolución de la marca en los últimos años, muy cualitativa, de mejora del producto y de incremento del precio, no sólo hemos mantenido esta posición de liderazgo -porcentualmente es la comunidad en la que tenemos más cuota de toda España- sino que este diferencial ha crecido. El cliente ha entendido la marca y la ha acompañado. El cliente andaluz es mucho más sofisticado de lo que la gente se cree, mira el dinero bien, vive menos de puertas afuera y calibra mejor la relación calidad-precio de su vehículo que en otras comunidades.

-Celebran ustedes su convención anual en Córdoba, ¿por qué?

-Siempre elegimos una ciudad española para las convenciones y nuestro concesionario, Miguel Valenzuela, ha hecho un gran año, es un referente en España. Es una manera de reconocer su trabajo y la presencia de la marca en Córdoba. Luego, Córdoba es un sitio magnífico para hacer una presentación. Tiene todos los atractivos.