Los acreedores de Grecia acordaron un borrador de memorándum para un tercer rescate que aún debe ser aprobado por Atenas, según informaron ayer fuentes de la Unión Europea. "Esperamos que todo vaya bien", dijo el ministro de Economía griego Giorgos Stathakis a periodistas en Atenas fuera del hotel donde se llevan a cabo las negociaciones. Preguntado acerca de si se estaba cerca de un acuerdo, afirmó que las informaciones este sentido "podrían ser" correctas.

Atenas ha estado negociando este nuevo rescate -el tercero en cinco años- con la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) durante dos semanas. Las instituciones informaron el viernes por la noche a expertos de los 28 países miembros de la UE sobre el estado actual de las conversaciones mediante una teleconferencia. En ésta se habló de grandes avances, informó un diplomático de la UE que no quiso dar su nombre.

"Entre los estados miembros se tomó de forma positiva que Grecia esté dispuesta a votar la semana que viene sobre las reformas", dijo. "Es ambicioso pero posible alcanzar un acuerdo en los próximos días, preferentemente antes del 20 de agosto". Grecia debe recibir el dinero hasta esa fecha para poder pagar 3.200 millones de euros al Banco Central Europeo (BCE). Atenas tiene una deuda por 313.000 millones de euros. El tercer paquete de ayudas será de hasta 86.000 millones de euros.

En caso de que fracasen las votaciones en el Parlamento griego y en otros países de la Eurozona, habrá que llevar adelante preparativos para un crédito puente. Una de las dificultades puede proceder de Finlandia. Su ministro de Asuntos Exteriores, Timo Soini, insinuó ayer que Helsinki podría quedar fuera del tercer rescate de Grecia.

Mientras se desarrollan las negociaciones, crecen las voces que alertan de la posible fractura del partido Syriza. "El culpable de la ruptura será Tsipras", asegura el líder del ala más izquierdista de Syriza, Panagiotis Lafazanis, en declaraciones al diario económico Kefalaio. Syriza se enfrenta a una grave crisis interna. En julio el ala más a la izquierda -casi uno de cada cuatro diputados de la formación- votó dos veces contra las medidas de reforma y ahorro que defendía Tsipras. Las propuestas salieron adelante con el apoyo de la oposición.

Si las negociaciones sobre un nuevo rescate resultan exitosas, en los próximos días podría haber otro enfrentamiento en el Parlamento entre las fracciones de Syriza, que podría ser clave para el futuro del Gobierno.