Abengoa sufrió ayer otra jornada de castigo bursátil. Las acciones de clase B de la compañía -las más líquidas y que cotizan en el Íbex 35, el principal índice de la bolsa de Madrid- cayeron un 8,95% hasta los 0,96 euros por título. Aunque el pasado mes de noviembre llegaron a cotizar en cotas similares durante unos minutos para después rebotar, se trata de la primera vez en que los títulos de la multinacional andaluza cierran una sesión por debajo del euro. Las acciones de clase A -que otorgan 100 derechos de voto por cada una de clase B y cotizan en el Mercado Continuo- tuvieron un comportamiento diferente, ya que apenas cayeron un 0,71%, para situarse en 2,09 euros. Sumando la capitalización de ambas acciones, la valoración bursátil de la compañía asciende a 1.022 millones de euros.

Las oscilaciones de Abengoa arreciaron tras el anuncio de una ampliación de capital por 650 millones de euros y un plan de desinversión de activos por otros 500 millones con fin de reducir deuda. Analistas y operadores señalan que la presión sobre Abengoa no bajará hasta que se concreten las condiciones de la ampliación y el porcentaje con el que acudirá su principal accionista, Inversión Corporativa.

Los inversores bajistas siguen cebándose con Abengoa, una de las compañías españolas con mayor porcentaje de operadores de posiciones cortas, según la CNMV. Estos especuladores -que toman prestadas las acciones para venderlas en el mercado y luego recomprarlas a la baja embolsándose la diferencia- suponen el 8,5% del capital, frente al 6,6% declarado antes del anuncio de la ampliación.