Economía

Strauss-Kahn alerta del riesgo de que exista una "generación perdida" por la crisis

  • El director del FMI apunta que la crisis que arrancó en 2007 ya ha destruido 30 millones de puestos de trabajo y que "todavía no hemos salido de esta".

El director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, alertó de que es posible que la recuperación económica en marcha no cree empleo y que se pierda una generación por la crisis. "Realmente afrontamos el riesgo de perder una generación", advirtió el titular del FMI al inicio de la asamblea anual conjunta con el Banco Mundial (BM) que se celebra en Washington.

Mencionó que la crisis que arrancó en 2007 ya ha destruido 30 millones de puestos de trabajo. "Si pierdes el trabajo es probable que tu salud empeore y que la educación de tus hijos sea peor", mencionó Strauss-Kahn en referencia al lado más amargo de la crisis. Añadió, además, que las elevadas tasas de desempleo tienen el potencial de generar "inestabilidad social" con amenazas, dijo, a la democracia "e incluso la paz". "O sea que no nos engañemos, todavía no hemos salido de esta", apuntó.

Reconoció que la recuperación está en marcha y que el mundo vuelve a crecer aunque más en los países emergentes que en los desarrollados. Aun así indicó que se trata de una recuperación "frágil" fruto, precisamente, de su carácter desigual lo que hace que el mundo afronte "un futuro muy incierto". Esa incertidumbre es especialmente palpable en el mercado laboral ya que no está claro que el crecimiento, sobre todo en los países avanzados de Europa y en EEUU, el crecimiento vaya a ser capaz de generar empleo.

Mencionó que ese riesgo está vinculado con dos factores: primero que el crecimiento no sea lo suficientemente robusto como para crear trabajos y otro que el crecimiento elevado sea resultado de una productividad muy alta que tampoco genere muchos trabajos. "O sea, que tenemos que buscar crecimiento pero también trabajos", dijo Strauss-Kahn, quien recordó que en las próximas décadas se incorporarán al mercado laboral en todo el mundo 450 millones de personas.

El titular del Fondo, que se declaró razonablemente "optimista" y descartó una recaída en la crisis de 2007-2009, señaló que al riesgo de una recuperación sin trabajos se suman otros tres. El primero de ellos es la elevada deuda pública que se espera se dispare al 220 por ciento en 2014, lo que representa un incremento del 40 por ciento frente a los niveles de antes de la crisis. Subrayó, de todos modos, que ese incremento es fruto sobre todo del bajo crecimiento, de los gastos relacionados con el riesgo en el sector financiero y la ausencia de ingresos por la crisis. Explicó, en ese sentido, que los programas de estímulo representan una parte muy pequeña de ese incremento de sólo el cuatro por ciento. "La lección está clara", apuntó, para añadir a continuación que "la mayor amenaza para una situación fiscal sostenible es el bajo crecimiento".

De ahí que, a pesar de insistir en la necesidad de austeridad fiscal a medio plazo -tres o cinco años, dependiendo del país- Strauss-Kahn recomendase que los países que puedan permitírselo agoten a corto plazo las medidas de estímulo a su disposición para impulsar el crecimiento. "Algunos países están al borde del precipicio y no tienen elección. Tienen que arreglar sus problemas fiscales", dijo, pero puntualizó que en otros casos sí hay cierto espacio fiscal y debe de aprovecharse. Mencionó, por otro lado, que es preciso finalizar el proceso de reformas en el sector financiero y recordó que el tener "mejores reglas" no sirve para nada ni no existe supervisión e implementación.

Afirmó, al mismo tiempo, que el mundo fue capaz de escapar a una Gran Depresión por el espíritu de cooperación que imperó durante los peores momentos de la crisis. El director gerente del FMI mencionó que ese espíritu no se ha desvanecido del todo pero insistió en que "la cooperación no es tan fuerte como antes" y señaló que "no existen soluciones domésticas a problemas globales". Insistió en que es imprescindible buscar nuevas fuentes de crecimiento, incluido el "crecimiento verde" en referencia al sector de energías renovables. Recordó, para finalizar, que es preciso un reequilibrio global que lleve a los países deficitarios a ahorrar más y a los que tienen superávit a estimular la demanda interna.

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