Economía

Sánchez-Ramade factura 1.403 millones en 2008, un 3% menos

  • Las divisiones más perjudicadas son la automoción y la distribución (Urende), mientras que Noriega, la pata inmobiliaria del grupo, resiste mejor la crisis

El grupo de empresas Sánchez-Ramade no ha podido esquivar los efectos de la crisis económica y su conglomerado de empresas facturó en 2008 un 3% menos que el año anterior -1.406 millones de euros-. El presidente del grupo, Javier Sánchez-Ramade calificó sin embargo este descenso de "leve", incluso como un logro dada la coyuntura económica que atraviesa el país y que afecta de manera más especial a sectores como la automoción o las inmobiliarias que, precisamente sustentan el conglomerado cordobés.

"Hemos resistido a la crisis con solidez en un contexto de gran debilidad", dijo el empresario durante la celebración del II Encuentro Nacional de Directivos. También definió la situación del grupo como "increíblemente buena". Pero, además, Sánchez-Ramade se mostró confiado en mantener estos resultados a lo largo de este año, cuando se prevé que la crisis toque fondo. "Me conformo con empatar", dijo en tono distendido pero reconociendo que la situación es bastante complicada para mantener el ritmo que crecimiento asumido por el conglomerado en los últimos tiempos. Las divisiones del grupo que en 2008 han acuciado los efectos de la recesión han sido la automoción, donde la facturación ha caído un 17% -la mitad de lo que ha bajado el sector en general en España-; la distribución (representada en Urende) donde ha descendido un 6%; y la tecnología (Diasa), que prácticamente se ha mantenido al mismo nivel de 2007, aunque algo por debajo, según matizó el propio presidente del grupo.

"Sorprendentemente", tal y como dijo Sánchez-Ramade, la división de la promoción inmobiliaria (Noriega) ha cosechado un resultado histórico, pues durante 2008 se alcanzó la mayor cifra de viviendas entregadas, más de 400. Además, el número de pre-contratos que se devolvieron al no poder obtener el crédito necesario para firmar la hipoteca ni siquiera ha llegado al 1%. Estos datos están dentro de la lógica, ya que, a pesar del pinchazo inmobiliario y del parón de la construcción, las consecuencias no empezarán a notarse en el apartado de la promoción hasta dentro de dos años, según los expertos. Noriega está entregando ahora las viviendas que vendieron hace dos años, cuando la situación de la economía era radicalmente distinta a la actual. De hecho, el propio Sánchez-Ramade confesó sentirse "preocupado" por las cuentas que presentará su conglomerado en el año 2010. Sin ir más lejos, para este ejercicio, el plan de negocios prevé una caída del 30% en el sector de la promoción. Para suplir este carencia, el grupo se está desmarcando ya por la obra civil de manera que las cuentas no salgan muy perjudicadas en los próximos años. La división financiera, fruto del acuerdo alcanzado en 2006 con Santander Consumer Finance, también aumentó su facturación el año pasado.

Consciente de la delicada coyuntura económica y de las duras perspectivas a corto y medio plazo, Sánchez-Ramade apostó por "una política de contención de gastos" en todas las divisiones del grupo. "Se están ajustando los presupuestos de manera muy medida", destacó. Esta estrategia es la que seguirá el conglomerado para "no adelgazar su estructura social", es decir, para no tener que despedir a trabajadores justo en una época de repunte del paro. Sin embargo, sí que reconoció que si las malas previsiones se cumplen y el nivel de facturación cae en algunos sectores, "habrá que tomar decisiones" más drásticas.

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