Lejos de levantar el pie del acelerador, Ryanair dio ayer una nueva vuelta de tuerca en su particular guerra contra lo que considera "webs ilegales o falsas" -las que tramitan y formalizan reservas en sus vuelos sin su consentimiento- y decidió llevar ante los tribunales a la agencia española on line Atrápalo, que se convierte así en la primera página web contra la que actúa la aerolínea irlandesa de bajo coste en nuestro país. Fuentes de la low cost confirmaron que, además de al español, han denunciado por venta ilegal de billetes a los portales eDreams y Opodo en Francia, a Bravofly en Suiza, a V-Tours en Alemania y a Tui en el Reino Unido. Las medidas han sido presentadas ante los juzgados de los países en los que tienen su sede social las webs. En el caso de Atrápalo, el primer trámite judicial tendrá lugar el 3 de noviembre.

Pese a la polvareda levantada, fuentes de Ryanair confirmaron ayer que todavía no han cancelado ningún billete. "Todos los pasajeros embarcaron con normalidad y no hay ninguna fecha prevista para el inicio de las cancelaciones, todo dependerá del estudio que se está haciendo", subrayaron. La directora de Marketing y Ventas de la compañía para el sur de Europa, Alessia Viviani, insistió ayer en que siguen investigando esas transacciones para conocer qué portales están involucrados en las ventas "no autorizadas", y reiteró que Ryanair tiene previsto reembolsar el coste del billete directamente a los viajeros afectados.

Fuentes de Atrápalo aseguraron ayer a este diario que de momento no habían recibido "ninguna notificación firme por parte de Ryanair sobre posibles cancelaciones", matizando además que conocían la cuestión a través de los comunicados de prensa. También confirmaron que tanto el lunes como ayer todos sus clientes pudieron volar con normalidad y que, en caso de incidencias, se contactaría por correo electrónico con los perjudicados. Y lejos de dar marcha atrás, advierten que la venta de billetes continuará porque no están "incumpliendo nada" ni "haciendo nada que no hagan otros portales que operan en internet".

El caso no pasa desapercibido entre las autoridades comunitarias, muy sensibles con todos los temas que salpican a las aerolíneas. El portavoz de Empresa e Industria de la Comisión, Ton van Lierop, tuvo que dar marcha atrás sobre sus propias palabras y, tras no dudar el lunes en respaldar la decisión de Ryanair de anular las reservas, ayer instó a la aerolínea irlandesa a "respetar las reservas" realizadas, si bien recordó que compete a las autoridades nacionales decidir sobre esta polémica.

La Comisión detalla que, de acuerdo con las informaciones de las que dispone, la aerolínea irlandesa "no ha rechazado pasajeros" hasta ahora. No obstante, advirtió que el Ejecutivo comunitario estima que cancelar billetes comprados "a través de compañías legales en internet" sería algo "deplorable" para las prácticas habituales de los países miembros.

La advertencia no parece haber provocado demasiado temor entre la dirección de Ryanair, que mantenía ayer su doble lenguaje: de momento, no ha anulado ningún pasaje, pero insistía durante toda la jornada en que seguirá cancelando los billetes de sus vuelos comprados por clientes a través de agencias en internet a pesar de pedirle justo lo contrario Bruselas. Un portavoz de la compañía indicó que "ningún representante de la Comisión" les ha trasladado "esa demanda", por lo que continuará anulando billetes.

Con conexiones desde cinco aeropuertos andaluces (ver cuadro adjunto), la duda ahora consiste en saber qué ocurrirá en el caso de que Ryanair cumpla su amenaza y anule las reservas de miles de pasajeros, que se encontrarían sin plazas. Según sus cálculos, de las 200.000 plazas que vende al día, más de mil proceden de trámites realizados en webs ajenas.