Economía

El PP apoyará la negociación sobre la reforma laboral, aunque no ve grandes novedades

  • CiU y ERC creen que la reforma llega tarde e IU señala que son "propuestas de divagación".

El vicesecretario de comunicación del PP, Esteban González Pons, aseguró que su partido apoyará la negociación entre Gobierno, sindicatos y empresarios para reformar el mercado laboral, aunque no ve novedades en la propuesta de Zapatero. Los presidentes de CiU y ERC, Artur Mas y Joan Puigcercós, también criticaron la propuesta del Gobierno y creen que llega tarde, mientras que IU e ICV califican la reforma como "propia de la derecha".  

En rueda de prensa en Valencia, González Pons aseguró que su partido apoyará la negociación que se ha abierto entre sindicatos, empresarios y Gobierno sobre la reforma laboral porque "España necesita que todos demos lo mejor de nosotros mismos". El vicesecretario de comunicación del PP añadió que en la reforma del mercado de trabajo propuesta por el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, "no hay grandes novedades", puesto que "casi todo ya estaba incluido en los documentos que el Gobierno manejó en la conferencia de presidentes autonómicos en el Senado". 

Asimismo, manifestó su temor de que estas propuestas "no resulten eficaces" algo que, a su juicio, ocurrirá "si no acaban concretándose", ya que "lo que aprobó el Gobierno no fue una reforma del mercado laboral, sino que presentó unas líneas generales para abrir el dialogo social", indicó. Para el vicesecretario de Comunicación de los 'populares', el Gobierno presentó "palabras que conducen a más palabras, pero el tiempo va pasando y los españoles necesitan hechos". 

Del mismo modo, comentó que el documento se ha presentado "tarde", porque "ya se podía haber presentado hace seis meses, doce meses o dos años", y "del revés", ya que "primero tenía que haber salido de la mesa de agentes sociales y, después, haber ido al Consejo de Ministros; y no del Consejo de Ministros a la mesa de agentes sociales", aclaró. No obstante, subrayó que "por más que no nos fiemos del Gobierno y que nos confiemos en el presidente, deseamos de todo corazón que a España le vaya bien", por lo que los 'populares' apoyarán la negociación. 

González Pons indicó que "dentro de muy poco vamos a ver como suben los impuestos, se encarecen los precios, vuelve a haber pequeñas empresas y autónomos que cierran y vuelve a haber más parados". A su juicio, se trata de un "círculo vicioso, que podría llamarse circulo zapateril" y, mientras tanto, el presidente del Gobierno "está haciéndose fotos". Por todo ello, Esteban González Pons hizo hincapié en que España "merece un presidente del Gobierno más maduro y que sepa de política económica". 

Reforma 'light' 

Sobre esta propuesta también se ha pronunciado el presidente de CiU, Artur Más, que la considera "light". A su juicio, la reforma llega tarde ante los problemas económicos por los que pasa España, "el peor de los países desarrollados". "La reforma hay que hacerla bien con un gobierno que tenga norte y capitán, y no es el caso", manifestó el líder de CiU. Mas dijo que el presidente Zapatero y el PSOE "son como un barco que va a la deriva, donde no hay capitán. Parece el sálvese quien pueda". El presidente de CiU apuntó que "si un Gobierno tiene que ir diciendo que saben adónde van es que la opinión general es que se ha perdido la confianza en ellos". 

Por su parte, el presidente de ERC, Joan Puigcercós, afirmó que la reforma laboral propuesta llega con más de un año de retraso y no se ocupa de la "generación ni-ni: los jóvenes que ni estudian ni trabajan". Así aseguró que la reforma necesitará recorrido para ver cómo asegurar que el mercado sea más flexible pero que garantice la seguridad de los trabajadores, lo que ERC denomina "la flexiseguridad". Aunque calificó la medida de positiva, lamentó que "servirá de poco" si no soluciona el desempleo de los jóvenes, que cifró en más del 60 por ciento entre los 16 y los 20 años. "Un país no se puede permitir tener jóvenes que no se forman y no aportan nada a la sociedad", sentenció. Para el líder de los republicanos, este es el problema principal y la reforma -"poco ambiciosa y que ERC pidió hace un año"- no lo soluciona. 

“Propuestas de divagación” 

Mientras tanto, el coordinador general de Izquierda Unida, Cayo Lara, manifestó, sobre que "sólo hay propuestas de divagación" y destacó que en España "lo que, a lo mejor, hace falta es una reforma empresarial, para trabajar con los empresarios serios que quieren generar riqueza y empleo". En este sentido, afirmó que si con la reforma del mercado laboral pretenden "reducir la jornada de trabajo y el salario, con nosotros que no cuenten", y añadió que IU tampoco está a favor de "cargarse los 45 días de despido y contratar a chavales por menos de 1.000 euros, y así quitarse a los trabajadores más mayores porque tienen trienios y antigüedad". Desde IU, dijo Lara, confían en que el Gobierno no coja la receta del Fondo Monetario Internacional, que "ha dicho que había que bajar los salarios en España y hacer el despido más barato", cuando los salarios en nuestro país "están por debajo de la media de la Unión Europea". Cayo Lara indicó que IU apuesta "por dar un giro a la izquierda en la política económica del Gobierno de la Nación", subrayando que confían en que "Zapatero no continúe por este rumbo porque cada paso que da es una equivocación". 

En esta misma línea, el secretario general de ICV y diputado en el Congreso, Joan Herrera, declaró que la propuesta de reforma laboral es "propia de la derecha" y "pésima en materia de pensiones", y negó que el problema sean los trabajadores o los pensionistas, sino "la falta de crédito". Herrera afirmó que quien quiera hacer de esta crisis un problema laboral "es un dogmático que hace ideologismo barato de derecha". El ecosocialista felicitó a los sindicatos por haber "parado una mala reforma laboral", y aseguró que la propuesta no va tan lejos ni supone tantos recortes "como pretendía el Gobierno". Sin embargo, se mostró cauto y explicó que aún no se han puesto todas las cartas encima de la mesa, por lo que en los próximos meses espera no ver "recortes en los derechos laborales". Aseguró que las soluciones a la crisis tienen que ser "medidas flexibles como las propuestas de Alemania: reducir la jornada y un mejor reparto del trabajo", y explicó que su formación no se niega en banda a cualquier propuesta, pero tiene que frenar "las más negativas". 

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