La empresa Orizonia prevé que de los 5.000 empleos de este grupo turístico se puedan salvar 1.500, de los que 700 corresponden a la cadena hotelera Luabay, vendida a Globalia en diciembre, y 800 tras el acuerdo de venta alcanzado con Barceló de su aerolínea Orbest y de la red de agencias Vibo. Orizonia, en preconcurso de acreedores, ha confirmado en un comunicado que ha alcanzado un acuerdo con Barceló para integrar en su grupo una parte significativa de su aerolínea Orbest y en torno a 150 agencias de Vibo en el contexto del plan para garantizar la continuidad del mayor número de puestos de trabajo posibles.

El grupo turístico, con sede en Palma, confía en poder garantizar la continuidad de al menos 800 puestos de trabajo mediante este acuerdo con Barceló, que se someterá con carácter inmediato a la autorización de la banca acreedora y otros grupos acreedores. Asimismo, no se descarta la integración de más agencias en otros grupos minoristas, ha informado Orizonia, cuya "principal preocupación" en estos momentos es garantizar el mayor número de puestos de trabajo y salvar los segmentos viables del grupo, por lo que se estudian también otras fórmulas para preservar empleos.

Orizonia también ha confirmado que los vuelos de Orbest seguirán operativos hasta el próximo domingo, asegurando el retorno de la práctica mayoría de los turistas desplazados por las marcas del grupo. En su página web, la compañía Orbest ha comunicado que todas las reservas realizadas a través de orbest.com para salidas a partir de este miércoles han sido canceladas por la compañía. En este contexto, Orizonia ha expresado en el comunicado sus disculpas a los usuarios que se han visto afectados por las interrupciones temporales del servicio.

Se está a la espera de que la empresa presente en los juzgados de lo Mercantil de Palma un concurso de acreedores. Este jueves ha sido convocada una concentración de trabajadores a las puertas de la sede del Gobierno balear en la capital balear para protestar por la quiebra de la empresa y el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a unos 3.500 empleados. Los representantes de los trabajadores, que están pendientes de la negociación del ERE, han apuntado a una estrategia por parte de la dirección de la empresa y de las compañías interesadas en su compra, Globalia y Barceló, para quedarse solo con las fracciones que les conviene sin tener en cuenta a los miles de empleados que engrosarán las listas del paro.