Dani García está contento. 2010 se presenta para él como un año en el que se verán plasmados sus proyectos. El chef es la cabeza visible de una cada vez más amplia estructura dispuesta a "llevar la felicidad a los clientes a través de la cocina". Gracias al acuerdo suscrito a principios de año con la Consejería de Turismo, Comercio y Deporte, se crearán Moragas en varios puntos de España y el mundo, lo que supone un importante espaldarazo para el cocinero malagueño más internacional.

"Contar con el apoyo institucional, y más si es de tu tierra, es muy importante", asegura. Sobre todo porque "este apoyo trasciende más allá de lo meramente económico, también de corazón. Y a nivel empresarial, es una garantía extra: significa seriedad de cara a futuros inversores de que lo que hacemos es una apuesta sólida".

García tiene la mente dividida entre las Moragas ya existentes, precisamente el pasado viernes se abrió La Moraga en la madrileña calle Goya, y las que quedan; entre ellas hay tres de las que está especialmente pendiente. La primera es La Moraga en Nueva York. "Tenemos locales vistos en pleno centro de Manhattan, donde hay la posibilidad de instalar dos establecimientos: una Moraga Gastro Bar y una Moraga Sweet". Sólo el desembarco en Nueva York costará aproximadamente 2,8 millones de dólares. "Es una aventura que nos hace muchísima ilusión" y que tiene visos de ser una realidad muy pronto. "Si todo funciona según los plazos previstos, en tres o cuatro meses comenzaremos las obras, y abriremos para diciembre o enero", avanza. De hecho, ya tiene seleccionada a la persona que se encargará de la gestión de este nuevo bar. Y una vez se materialice Nueva York, el próximo destino dentro de Estados Unidos será Houston, según avanza el propio Dani García.

Londres también está en el punto de mira. "Desde Inglaterra también nos han llegado ofertas serias, pero por el momento, son con franquicias", una modalidad de negocio a la que, por el momento, se muestra reticente: "Primero, queremos implantarnos nosotros mismos, contando con socios locales en la gestión, pero que el producto sea controlado por nosotros desde el principio al fin", admite. Luego, "ya se verá". Y la tercera ciudad en discordia no es otra que Tokio, capital de Japón. "Esta semana tengo la visita de quien se convertirá en nuestro socio allí", un empresario japonés con varios restaurantes en Osaka. Precisamente, la pasión del cocinero marbellí por la cocina japonesa es uno de los reclamos de La Moraga Gastro Bar, donde las delicias "japo-andaluzas" como el espárrago extra grueso blanco con shasimi de jurel y aliño de hierbabuena, son los platos fuertes junto con la hamburguesa de rabo de toro.

Ya en España, Cádiz y Sevilla serán las próximas sedes de La Moraga en Andalucía, y también se inaugurará otra sede en Madrid, en el Paseo de la Castellana. Además de la ampliación de La Moraga Sweet en Marbella, habilitándose una zona de cafetería de la que actualmente carece el local. También en Marbella, antes de verano estará funcionando el Beach Club de la marca en el hotel Don Pepe. Y dos apuestas peculiares: por un lado, una "casa de comidas en el Corte Inglés del Capricho de Marbella y la puesta en marcha de La Moraga Eventos, a precios muy accesibles". Este último se abrirá en el paseo marítimo de Málaga, en un conocido restaurante de la zona. "Tendrá 1.500 metros cuadrados, en los que podemos hacer banquetes a un precio muy razonable", apunta el chef.

Todo este movimiento implica la creación de puestos de trabajo: "Cada Moraga tiene, al menos, 15 empleados. En el Beach serán casi 40, y en las más grandes, de 25 no baja". Por el momento son ya más de un centenar de empleos creados en las siete Moragas existentes, más los que quedan por venir.

Precisamente, para mantener toda esta infraestructura e innovación, dentro del acuerdo con la Junta de Andalucía se incluye la creación de un área de investigación en el PTA de Málaga, en colaboración con la Universidad de esta localidad. "Será el lugar donde investiguemos el proceso industrial de la artesanía de la cocina", es decir, cómo tratar los ingredientes o los platos para que lleguen a su destino, sea Nueva York o Londres, en la mejor calidad. "También será el lugar donde se creen nuevas recetas, y donde probemos nuevas técnicas", avanza.

La Moraga es, para Dani García, el lugar en el que hace accesible la alta gastronomía que practica en su Calima, a todos los bolsillos. Y continúa su expansión.