El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, admitió ayer que se han suprimido 300.000 empleos en el sector público porque "había que hacerlo" para reducir el gasto de las administraciones públicas.

Montoro recordó que el conjunto de las administraciones, "empezando por la Casa del Rey y terminando por el último Ayuntamiento", recortaron su gasto en 24.000 millones de euros en 2012, lo que permitió reducir el déficit público. Así, insistió en que España tiene que seguir recortando el déficit "para parar el crecimiento de la deuda", que rozará el 100% del Producto Interior Bruto (PIB) en 2014.

El ministro recordó que los intereses de la deuda equivaldrán al 3,5% del PIB en 2014, cifra inferior a la que España tenía a mediados de los 90, cuando su deuda pública era casi 30 puntos inferior. "Hoy tenemos unos tipos de interés accesibles, ésa es una de las causas por las que pronto llegará la recuperación, porque tenemos los mercados financieros abiertos", dijo. Eso sí, el titular de Hacienda subrayó que "no se puede abusar" a la hora de pedir dinero a los mercados porque todo eso incrementa el déficit público. "No se puede gastar más. No hay dinero y hay que elegir", explicó el ministro, que puso de manifiesto que más de la mitad de los Presupuestos de 2014, en concreto el 53%, lo consume el gasto social (pensiones, desempleo, vivienda...).

Por eso, insistió en que "no queda" para invertir en infraestructuras, un capítulo que "ahora no toca" y en el que ya se ha hecho mucho en el pasado, por lo que hay que bajar el ritmo. "Para todo no hay, un presupuesto es una elección", reiteró.

Montoro, que volvió a decir que los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del próximo año son "enormemente austeros", reconoció que las cuentas "pueden fallar" en sus previsiones, pero que son un instrumento para que haya actividad económica y "que no se puede hacer la cuenta al revés".

En este sentido, explicó que la previsión de ingresos (+2,4%) se ha efectuado sobre la liquidación de 2013 y está en línea con lo que se espera que crezca el PIB en términos nominales, un 2,1%. "No esperamos grandes ingresos", enfatizó Montoro, que confió en que las "irremediables" subidas de impuestos que tuvo que aplicar el Gobierno "rindan más" en un escenario económico positivo.