Los ganaderos se echaron ayer a la calle una vez más para protestar por la crisis que vive el sector, debido, según denuncian, al desajuste de los márgenes comerciales que enriquecen a las distribuidoras mientras consumidores y productores sufren las consecuencias. La manifestación, organizada por COAG, convocó a miles de ganaderos de toda España, y no recibió el apoyo del resto de organizaciones agrarias.

Los ganaderos (más de 8.000, de los que 2.000 eran andaluces según COAG, y 1.500 según la Policía) se dirigieron al Ministerio de Agricultura, frente al cual dos terneras y tres corderos pacían bajo el lema Ministra, aliméntalos tú, nosotros no podemos.

El director general de Ganadería, Carlos Escribano, recibió al secretario general de COAG, Miguel López, que denunció que "las explotaciones se encuentran con unos niveles de endeudamiento que desbordan su capacidad económica" y reiteró que no pueden seguir vendiendo "por debajo de los costes de producción". De este modo, exigió medidas fiscales que "se adapten a la capacidad contributiva del sector".

Asimismo, López criticó la importación de carne desde Nueva Zelanda, Chile o Argentina, que "está destrozando el mercado interior porque la textura, el olor y el sabor de nuestros corderos son diferentes". Además, alertó de la "introducción de animales vivos" -especialmente cordero- desde las fronteras portuguesa y francesa y puso en duda que "estos dos países tengan tanta capacidad productora" como España. "Se está haciendo como estrategia para hundir los precios en origen", espetó. "Necesitamos una ley de márgenes comerciales, no se puede seguir especulando y arruinando nuestro sistema productivo", agregó.