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Economía

Isofotón contempla el despido de 380 de los trabajadores de su planta en Málaga

  • Justifica la "reestructuración" de más de la mitad de la plantilla como medida para garantizar la viabilidad de la firma "global" Los empleados acusan a la empresa de mentir

Isofotón, empresa líder en la fabricación de placas solares en España, prevé prescindir de casi la mitad de los trabajadores de su planta en Málaga capital. La medida, que afectará a 380 de los operarios de las instalaciones del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), de los alrededor de 670 totales (llegó a tener unos 1.100 en 2008), fue comunicada en la mañana de ayer "verbalmente" a los representantes sindicales de la fábrica.

Mientras los sindicatos hablan de que la compañía, en manos de Affirma desde mediados 2010, presentará un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), la dirección alude en un comunicado oficial al impulso de "un plan de reestructuración" con el que asegurar la competitividad de la empresa y "garantizar su futuro". Ello después de que en octubre reafirmase su apuesta por el empleo en la planta malagueña.

De acuerdo con la versión de la firma, el camino pasa por negociar un plan social de empleo con los trabajadores, con el que adecuar la plantilla "a las necesidades y la demanda actual del sector". ¿Cómo? Isofotón habla de "medidas alternativas o combinadas para mantener la estabilidad y solidez de la compañía".

Fuentes de Isofotón admiten que el asunto está en manos de los abogados, que "miran cómo hacer el reajuste y estudian diversas vías, como despidos, reducción de jornada y de salarios". A ello añadieron: "Puede ser una combinación de los tres o una sola". En los próximos días la dirección tiene intención de iniciar el proceso de negociación con los empleados.

A juicio de la dirección, la plantilla de Málaga está "sobredimensionada". Sobre el centro del PTA cae toda la carga de los ajustes planteados, ya que no se ven afectados los planes de expansión de la firma a nivel internacional, que han incluido, por ejemplo, la apertura de una planta en Ohio (Estados Unidos) con más de un centenar de personas y en la que se prevé una plantilla de 330 cuando esté a plena capacidad.

Este paso supone una vuelta de tuerca en la situación en la que ya se encontraba la planta, afectada por un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) desde hace un año y cuya vigencia se mantenía para otro ejercicio más. "Con el redimensionamiento de la plantilla actual, la firma, que continúa desarrollando su actividad con normalidad, realiza los ajustes necesarios para el correcto funcionamiento de la compañía global, además de iniciar las negociaciones para acordar una refinanciación de su deuda con proveedores y así asegurar su viabilidad y mejorar su eficiencia a nivel mundial frente a la actual coyuntura que está viviendo el sector fotovoltaico y la economía en general", añaden desde la empresa.

La pasada semana seis proveedores, cinco malagueños y uno sevillano, de Isofotón informaron de su intención de instar el concurso necesario de acreedores, alegando el impago de deudas contraídas, al menos, en los dos últimos años. El débito puede ascender a unos dos millones de euros.

El malestar entre los trabajadores es patente. "Lo que nos dicen es que debido a la situación de la empresa y el mercado tienen que hacer una reestructuración", expuso Daniel Martínez, presidente del comité de empresa de Isofotón, que precisó que en el encuentro no se entregó documentación alguna. Según Martínez, el planteamiento es que la planta de Málaga pase a producir unos 60 megavatios en paneles, cuando su capacidad real es de unos 200. "Y mientras, la empresa se va fuera a comprar 50 megavatios", criticó.

"Han lanzado la bomba... Hay que imaginar cómo está todo el mundo, primero el ERTE y ahora esto; nos parece indignante", insistió el representante de los trabajadores. Desde el sindicato CSI-F se acusó a la empresa de haber "mentido" a los trabajadores y se criticó que fuese el responsable de Recursos Humanos y no la dirección la que comunicase la decisión. Los sindicatos analizan ahora qué acciones emprender ante la comunicación de la empresa.

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