La intención del ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, de limitar los contratos de extranjeros en origen con la intención de que éstos se "aproximen al punto cero" en 2009 ha chocado con la rectificación de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, que dejó claro que el año que viene "habrá las contrataciones en origen que se necesiten" y que la "aproximación cero" de Corbacho no supone ningún cambio en la política de extranjería del Ejecutivo del PSOE. Por su parte, el líder del PP, Mariano Rajoy, advirtió de que "liquidar" los contratos en origen supone "liquidar la inmigración ilegal".

"No parece razonable que en un mercado como el español, con 2,5 millones de desempleados, sigamos recurriendo a la contratación en origen", señaló Corbacho el pasado miércoles. Hoy, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, De la Vega restó importancia a las palabras del titular de Trabajo e Inmigración y aseguró que sus declaraciones no suponen un cambio en la política de inmigración que llevó el Gobierno en la pasada legislatura. "No hay ninguna iniciativa distinta", remarcó la vicepresidenta.

"Llevamos ya casi cinco años promovienddo una política de inmigración legal y ordenada, que está relacionada con el mercado laboral y se instrumenta en acuerdos de cooperación y colaboración con los países emisores y los países de tránsito de la inmigración a través de convenios internacionales", explicó la vicepresidenta De la Vega, que señaló que la contratación en origen "se ha mostrado como una buena herramienta para lograr el objetivo de una inmigración legal y ordenada".

Por ello, el Gobierno va a seguir "en la misma línea": la de "buscar el equilibrio" entre los contratos ofrecidos en el exterior y las necesidades del mercado de trabajo español. Además, De la Vega destacó que son los agentes sociales y económicos y las comunidades autónomas quienes diseñan el contingente, algo que en su opinión ha resultado "útil y eficaz". "Así debe ser y así va a seguir siendo", señaló, reiterando que el Gobierno mantiene "exactamente, la misma política de inmigración, siempre ha acogido solidariamente a quienes llegan legalmente y así lo seguirán haciendo".

Mientras Rajoy advertía, durante un acto en el Palacio Euskalduna de Bilbao, de que "liquidar" la contratación de inmigrantes en origen supondría "liquidar la inmigración legal", el coordinador de IU, Gaspar Llamazares, acusaba a Corbacho de ser "un propagandista de la xenofobia" En rueda de prensa en el Congreso de los Diputados, Llamazares denunció que Corbacho no haya adoptado medidas para paliar los datos de desempleo ante la crisis, sino que se haya dedicado a "culpabilizar" a los inmigrantes de la misma para "exculpar las responsabilidades públicas y la responsabilidad del Gobierno". 

"Corbacho cada vez es menos ministro de Trabajo e Inmigración, y más ministro de Extranjería y propagandista de la xenofobia", proclamó Llamazares, que añadió que desde que asumió la cartera "no ha dicho ni una sola cosa progresista ni una sola cosa humana sobre la inmigración". "Es inaceptable la posición que ha mantenido en relación a la política migratoria, es inaceptable la posición que ha impuesto en el marco de la UE apoyando la iniciativa de retorno y es inaceptable su última declaración sobre el cierre del mecanismos de contratación en origen", señaló el líder de IU.

Llamazares argumentó que Corbacho ha adoptado esta última decisión "de forma unilateral, al margen del reglamento y de la Ley de Inmigración" y con "un evidente objetivo político: la utilización  de la inmigración como si fuera el chivo expiatorio de la crisis cuando no ha tenido ninguna influencia" sobre ésta. "En esta crisis la influencia fundamental ha sido el sector de la construcción y el financiero", recalcó el líder de IU, que concluyó señalando que Corbacho representa "el mayor giro a la derecha del Gobierno". "Es la representación del derechazo del Ejecutivo de Zapatero", remachó.

Por su parte, la líder y diputada de UPyD, Rosa Díez, declaró que le llena de "estupor" que el Gobierno central diga ahora "justamente lo contrario" de lo que recoge el programa electoral del PSOE, al tiempo que advirtió de que "decir que dentro de unos meses habrá cero inmigrantes que vengan con un contrato en origen" es "contradictorio" puesto que ocasionará la "proliferación de mafias y de contratos en negro". También se preguntó si la nueva política de inmigración del Ejecutivo estatal será apoyar la Directiva de la UE que regula la expulsión de inmigrantes. "Yo estoy radicalmente en contra porque crea en Europa campos de concentración para inmigrantes y expulsa de Europa a menores a países en donde no tienen ningún tipo de protección", explicó.