Economía

Economía no ve necesario un plan B porque cree realistas sus previsiones

  • El secretario de Estado de Economía asegura que, en caso de que el crecimiento se desviara unas décimas, el compromiso de reducir el déficit no se vería afectado.

El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, ha asegurado este miércoles que el Gobierno no ve la necesidad de contar con un plan alternativo por si no se cumplen las perspectivas económicas para 2011, posibilidad que ha descartado porque cree que se trata de unas previsiones "realistas y equilibradas".

En unas declaraciones a los medios de comunicación tras su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso, Campa ha respondido así al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, que sugirió al Ejecutivo que tuviera diseñado un plan de contingencia para corregir posibles desviaciones del Presupuesto.

"Obviamente estamos convencidos de que las previsiones de crecimiento se van a cumplir y en ese sentido no es necesario ningún plan de contingencia", ha aclarado Campa. No obstante, ha explicado que en caso de que el crecimiento económico se desviara unas décimas sobre lo previsto, las implicaciones sobre el cumplimiento del objetivo de déficit "serían mínimas".

En este sentido, ha recordado que el compromiso de reducir el déficit público al 6% del PIB en 2011 no es contingente, "lo que quiere decir que se cumplirá en cualquier escenario económico".

Campa no ha querido pronunciarse sobre la posibilidad de fijar un techo de gasto a las comunidades autónomas, en línea con lo propuesto por el gobernador del Banco de España, aunque ha considerado que "no tiene mucho sentido" el debate sobre posibles incumplimientos en la reducción del déficit por parte de las comunidades autónomas.

Al respecto ha dicho que las autonomías tienen que cumplir con la senda de consolidación fiscal comprometida en el Consejo de Política Fiscal y Financiera, y que para ello tendrán que trabajar "de acuerdo con sus capacidades y lo que crean que es prioritario para conseguir ese objetivo".

Sin embargo, ha recordado que en el contexto de la UE siempre se habla de reglas de saldo (déficit o superávit), pero no de reglas de gasto, "porque eso implica una decisión sobre cuál debe ser el tamaño del sector público en la economía, que es una decisión peculiar para las características de cada país".

En lo que respecta a la evolución económica del tercer trimestre de este año, Campa ha insistido en que la previsión del Gobierno es que no se produzca una caída del PIB y ha rechazado que la jornada de huelga general del 29-S pueda cambiar esa previsión.

En su opinión fue un paro de seguimiento desigual, que además tiene un impacto sobre la actividad económica de sólo un día, lo que se puede compensar -ha dicho- con la actividad de días anteriores o posteriores.

Por otra parte, Campa se ha referido al desfase de siete décimas entre la previsión de crecimiento económico del Gobierno para 2011 (1,3%) y la media de los analistas internacionales (0,6%).

En su opinión, esta diferencia se explica casi en su totalidad porque el Gobierno calcula que el aumento del consumo será del 1,8%, mucho mayor al que prevén de media los analistas internacionales, de un 0,7%. El comportamiento del consumo previsto por los organismos internacionales sólo se justificaría en ausencia de mejoras de confianza o incluso en pérdidas adicionales de ésta, ha señalado.

Asimismo, ha explicado que un menor crecimiento del consumo sólo es compatible con una tasa del ahorro del 17% (frente al 15,5% previsto por el Ejecutivo), lo que implica prever por tercer año consecutivo el elevado nivel de ahorro registrado en el peor momento de la crisis.

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