El director financiero de Abengoa Yield, Eduard Soler, presentó ayer su dimisión, según comunicó la filial estadounidense de Abengoa que cotiza en la bolsa de Nueva York a la Securities and Exchange Commission (SEC), el regulador bursátil del país.

De acuerdo con el comunicado de la compañía, la dimisión de Soler tiene un efecto inmediato y este cargo será cubierto "próximamente". Abengoa posee actualmente un 49,05% de su filial estadounidense de renovables, tras la última operación en la que se desprendió de un total de dos millones de acciones de la misma por un importe de 62 millones de dólares (alrededor de 55,4 millones de euros al cambio actual).

El precio de venta por acción se situó en los 31 dólares (27,7 euros). Aunque la venta se produjo este verano, la compañía sevillana ya había comunicado en febrero su intención de recortar su participación en esta filial y dejarla por debajo del 50%, lo que permitirá desconsolidar la deuda vinculada a los proyectos traspasados a Abengoa Yield. Abengoa Yield es una filial estadounidense de la compañía española en la que ha agrupado algunos de sus activos renovables.

Los títulos de clase de B de Abengoa -los más líquidos y que cotizan en el Íbex 35- cerraron ayer con una caída del 2,1%, hasta los 1,03 euros, tras dispararse el pasado lunes un 16,3%. La cotización de Abengoa ha sufrido una fuerte volatilidad desde finales del pasado año, cuando las dudas sobre la clasificación de su deuda hundieron el valor.

Desde entonces, la multinacional andaluza ha presentado varios planes de reconversión, principalmente dirigidos a reducir su endeudamiento, que se profundizaron tras la llegada de su nuevo consejero delegado, Santiago Seage, en sustitución de Manuel Sánchez Ortega.

A pesar de estos planes, el grupo de ingeniería ha experimentado desplomes en bolsa -especialmente tras lanzar, a principios de agosto, una ampliación de capital por 650 millones, cuyos detalles se desconocen- y fuertes subidas, algunas de dos dígitos, como las registradas el pasado lunes.