Economía

El CSN propone una prórroga de diez años para Garoña

  • El Gobierno tiene un mes para decretar su cierre o permitir su continuidad

El Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) se mostró ayer favorable a prorrogar la operatividad de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) durante diez años más, aunque de forma "limitada". A cambio, el CSN exigirá el cambio de todo el cableado eléctrico y de las válvulas de alivio o de seguridad, según confirmaron a Europa Press fuentes conocederas del informe del organismo regulador, que no hará público el estudio completo hasta pasado mañana, un día después de las elecciones europeas.

Tras seis sesiones de deliberación, el Pleno del Consejo -integrado por la presidenta del organismo, Carmen Martínez Ten, su vicepresidente, Luis Gámir, y los consejeros Antonio Colino, Antoni Gurguí y Francisco Fernández- concluyó el informe el día en el que expiraba el plazo para emitir un dictamen. La prórroga "limitada" del funcionamiento de la central burgalesa podría seguir un esquema similar al de la central José Cabrera, en Almonacid de Zorita (Guadalajara), que cerró en 2006.

El dictamen del CSNr sólo hubiera sido vinculante para el Gobierno si se hubiera pronunciado a favor de su cierre definitivo, por lo que la decisión final sobre la continuidad o la clausura de Garoña corresponde ahora al Consejo de Ministros. El Ejecutivo deberá optar antes del 5 de julio por denegar el permiso, concederlo por un periodo de diez años u otorgarlo por un periodo más corto y condicionado a ciertas inversiones. Será una prueba de fuego para el Gobierno socialista, ya que el PSOE concurrió a las pasadas elecciones generales con el compromiso electoral de cerrar progresivamente las centrales nucleares del país.

La regulación española obliga a las centrales nucleares a solicitar la renovación de las autorizaciones de explotación cada diez años. Además, el CSN tiene establecido un procedimiento especial para los casos en los que la solicitud de renovación supera los cuarenta años de funcionamiento, un periodo denominado "vida de diseño".

Si el Gobierno decide prorrogar el plazo de operación de la central, Garoña sería la primera nuclear que superara los cuarenta años de vida en España. El reactor de Garoña entró en servicio en 1970 y es el más antiguo de los ocho actualmente operativos en el país.

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