El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha defendido en su intervención en las jornadas sobre Las finanzas sostenibles y su importancia en el futuro de la economía, organizadas en Santander por la APIE y la UIMP, que el dinero público que se destinó a impedir la quiebra de ciertas entidades bancarias durante la gran crisis tuvo el objetivo de asegurar los depósitos de los ciudadanos, no a salvar a los propios bancos. "En ningún caso se rescata ni a los propietarios, es decir, los accionistas puestos que perdieron toda su inversión, ni a sus gestores, que no sólo perdieron sus trabajos, sino que, en algunos casos, han tenido que comparecer ante la justicia", explicó Goirigolzarri.

El máximo responsable de Bankia puntualizó que siempre que se produce una intervención pública de estas características es por el bien de los clientes: "A quien se está rescatando verdaderamente es a los depositantes y al conjunto de la sociedad y, además, es el medio para la estabilización del sector y la economía".

Apoyo bancario

Este rescate ha permitido, según Goirigolzarri, que desde entonces la banca haya podido renegociar las condiciones de los créditos a las familias y empresas a un ritmo anual del 11% del stock vivo de crédito. Esto significa que las entidades han alargado plazos, reducido los tipos o permitiendo periodos de carencia, lo que ha ayudado a que la economía española deje atrás los peores efectos provocados por la crisis.

Líder en solvencia y eficiencia

Sobre su propio banco, Goirigolzarri indicó que las principales fortalezas son la solidez del balance y el liderazgo en solvencia y en eficiencia. "Creo que estamos en el camino correcto para conseguir nuestro objetivo de convertirnos en el banco preferido de la sociedad, y eso pasa por ser el banco más rentable, eficiente y solvente de España", afirmó.