Economía

El Banco Popular mantiene su dirección territorial en Andalucía

  • La entidad deja intacta su estructura en la región, pese al adelgazamiento de su red a nivel nacional

El Banco Popular anunció ayer que adapta su estructura comercial a su nuevo Plan de Negocio 2016-2018, por lo que reducirá sus direcciones territoriales y cerrará 302 sucursales, que por motivos de proximidad o rentabilidad, se integrarán en otras ya existentes.

En un comunicado, el Popular explicó que, dentro del proceso de reordenación que está acometiendo, ha decidido remodelar la estructura de su red comercial para así, mejorar su rentabilidad y eficiencia, lo que supondrá mejorar en agilidad y simplificar los procesos administrativos que actualmente se producen en las sucursales, permitiendo adicionalmente mejorar el tiempo de atención comercial.

Así, las direcciones territoriales del Banco Popular se reducirán a Andalucía, Cataluña y Baleares, Centro, Levante, Norte y Pastor (además de Portugal). También se fusionarán 14 direcciones regionales, dejando la cifra total en 25.

Adicionalmente y como consecuencia de la separación llevada a cabo entre el negocio principal y el inmobiliario, se crearán cuatro nuevas direcciones regionales (Cataluña-Levante, Andalucía, Centro y Norte), que se encargarán de la gestión de este último, así como de otros activos no productivos.

"Estos cambios se irán materializando de forma gradual en el tiempo tratando de acompasarlo con la puesta en marcha del proceso de reordenación de plantilla que en estos momentos se está negociando con los sindicatos", dijo el banco.

"Con esta reestructuración, el Popular se enfrenta a una nueva etapa en la que, manteniendo su modelo de negocio y su independencia, apuesta por una gestión en la que prima la rentabilidad y la especialización", concluyó la entidad.

El Banco Popular anunció hace dos semanas que el proceso de reestructuración incluido en su plan de optimización de los recursos afectará a 2.900 empleados, de los que más del 60% serán prejubilados. El sindicato CCOO pidió ayer a la dirección de la entidad que suspenda el pago del dividendo mientras se aplica esta reducción de trabajadores, para que el esfuerzo que se pide a la plantilla "sea compartido por las demás partes interesadas", como accionistas y directivos.

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