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VII edición de los premios Andaluces del Futuro. Certamen organizado por Grupo Joly y Bankia

Andalucía es redonda

  • Los galardonados tienen en común su apertura al mundo, tanto desde el punto de vista geográfico como de adaptación a las nuevas tendencias.

Un empresario que ha conseguido vender los tradicionales productos de cuero de Ubrique en más de una decena de países del mundo. Una mujer que, desde Granada, ha llamado la atención del mundo por una innovadora filosofía sobre la accesibilidad. Una sevillana que se ha colado en la élite de la natación sincronizada siempre dominada por catalanas. Un malagueño que dirige su propio grupo de investigación en Shanghái. Y un cordobés que aprende cine en Los Ángeles y ha escrito el guión de la próxima película de Julio Medem.

Andalucía, como el mundo, es redonda. El talento de estos jóvenes andaluces no conoce de fronteras geográficas y por eso, entre otras razones, han sido premiados por Grupo Joly, en un certamen patrocinado por Bankia y dotado con 6.000 euros.

El ubriqueño José David Romero ha sido el autor de una revolución. La que produjo en la empresa familiar, una firma tradicional de marroquinería de su pueblo. Cuando terminó la carrera, Filología inglesa, se planteó qué hacer con un proyecto que no tenía ni página web. Y estudió de todo, en plan autodidacta: marketing, comunicación 2.0, diseño gráfico y hasta escritura de guiones y dirección de cine. El resultado ha sido espectacular. PielFort cuenta con 120.000 menciones en Google, miles de seguidores en Facebook y Twitter y vídeos muy cuidados con hasta 50.000 reproducciones en Youtube. Esta imagen de marca creada de la nada le ha valido a PielFort para aliarse con Swarovski y obtener la licencia para usar sus cristales en sus productos. También ha logrado la exclusiva de las fundas de iPad de Marvel, filial de Disney, y de hecho los vídeos relacionados con esta funda tienen una estética de cómic elogiada por la propia compañía norteamericana. Romero -que tiene entre sus clientes a la casa real española, la familia Thysen, o Von Bismarck- ha tenido la virtud de vender con éxito en el mundo los acabadísimos productos de cuero de Ubrique. PielFort se prepara ahora para ampliar su catálogo y venderá bolsos (con una estética homologable con las mejores firmas internacionales) además de las fundas para iPad y álbumes.

Si Romero ha revolucionado su empresa familiar, la arquitecta Mariela Fernández -con otra mucha gente- ha hecho lo propio con su visión de la accesibilidad. Es la directora técnica de La ciudad accesible, asociación multidisciplinar sin ánimo de lucro que fundó con el empresario Antonio Tejada. Con sede en Granada, este grupo de 60 personas -alrededor del 60% son discapacitados- con 10.000 colaboradores hace todo lo imaginable relacionado con la accesibilidad: mantiene un contenedor web con todas las noticias relacionadas con este concepto, resuelve dudas de todo tipo (legales, arquitectónicas, etc.) en las redes sociales, fomenta el debate social, desarrolla proyectos de investigación, impulsa una cátedra de Emprendimiento y discapacidad en la Universidad Rey Juan Carlos y es una de las fundadoras de la red de ciudades por la accesibilidad, 160 localidades en España que comparten información sobre políticas y actuaciones. Además, ha participado proyectos singulares, como la mejora del acceso al conjunto monumental de la Alhambra y la construcción del supermercado de accesibilidad universal de Covirán en Granada. La ciudad accesible persigue, con su labor, dos objetivos: que sean los propios profesionales discapacitados los que aporten su punto de vista para mejorar la accesibilidad y que, como afirma Mariela Fernández, "se vea este concepto no sólo como igualdad de oportunidades, sino como mejora de la calidad de vida que beneficia a toda la población".

Hacer más fácil la vida humana, aunque en un sentido muy diferente, es el objetivo de las investigaciones de Alberto Macho. Su especialidad son los mecanismos que usan las bacterias para interferir en las plantas y causarles enfermedades. Y lo ha hecho bien, muy bien. Tras doctorarse en la Universidad de Málaga, marchó con una beca al Sainsbury Laboratory (Norwich, Reino Unido) y su trabajo fue publicado en la revista Science. Su trabajo fue tan bueno que se le prorrogó el contrato por un año. Hace unos meses fue invitado a un simposio en China y, como resultado, recibió una oferta para dirigir su propio equipo de investigación en un centro recién creado por el Gobierno chino, el Shanghai Center for Plants Stress Biology. Casualmente, su mujer, Rosa Lozano, también investigadora y también malagueña, fue contratada por el mismo centro, sin saber que eran pareja. En pleno proceso de adaptación -lleva sólo dos meses allí- Macho está encantado con el apoyo que recibe, en infraestructuras, financiación, burocracia, etc. Todo son facilidades por parte de un país que está incrementando exponencialmente su inversión en investigación. El contrato es para cinco años y su futuro a medio plazo es China. "El ideal sería volver -afirma- pero ahora las condiciones para la investigación están muy difíciles".

Hacer cine también es complicado, pero cuando algo apasiona los obstáculos son menos. Pablo Gómez Castro iba para ingeniero, estudiaba en Sevilla, a curso por año, pero no era feliz. Descubrió que podía hacer de su hobby, el cine, su profesión y marchó a Barcelona a estudiar Comunicación Audiovisual. Hoy está afincado en Los Ángeles, donde llegó gracias a una beca de La Caixa para estudiar cine. Ha escrito junto a su mujer, Julia Fontana, el guión de The impossible suit, un biopic del diseñador Cristóbal Balenciaga que Julio Medem ha aceptado dirigir. Prepara su primer largo, que en principio iba a ser un filme de terror pero finalmente será uno más de autor basado en su experiencia vital -con sus luces y sombras- en Estados Unidos. Le apasiona, como a la nueva hornada del cine español, contar historias que interesen al público, sean cuales sean. Y no le falta currículum para resultar exitoso: trabajó con Pablo Berger seis meses buscando localizaciones y materiales para su Blancanieves, distribuyó un cortometraje dirigido por Andy Muschietti llamado Mamá que luego se convirtió en un exitoso largo producido por Guillermo del Toro y es uno de los fundadores de La Panda, productora de Los Ángeles que apoya proyectos españoles allí, como ocurrió con 10.000 kilómetros, triunfadora en el Festival de Málaga.

El caso de Sara Gijón es si cabe más meritorio: ella ha abierto un camino en un mundo, el de la natación sincronizada, dominado por Cataluña. Es casi un milagro en una ciudad como Sevilla, donde había sólo dos clubes donde practicar esta especialidad cuando ella empezó. Pero su precocidad -solía participar en competiciones con nadadoras de mayor edad- y el hecho de que se proclamara campeona de España alevín la llevaron a ser seleccionada en el grupo de élite, que normalmente pasa de infantil a juvenil y de ahí a la absoluta. Ahora vive en el centro de alto rendimiento de Sant Cugat del Vallés, en Barcelona, donde entrena once horas al día, preparando el campeonato de Europa de Holanda en mayo y el del mundo de Rusia en julio. Es duro, admite, pero compensan los resultados. Fue la primera andaluza en participar en un mundial absoluto, el de Shanghái de 2011, donde fue bronce en la modalidad de equipo. Y en su poco tiempo libre estudiar on line un grado superior de Comercio y Marketing.

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