Economía

Andalucía crece cuatro veces más que España en patentes

  • La última década arroja un claro avance en la protección industrial en la región, con un alza de las solicitudes del 75% entre 2002 y 2011, hasta 477, frente al 18% nacional

En algunos países como EEUU, Japón o Alemania la protección industrial es una religión. Invento que se crea, invento que se patenta. En España la fiebre no llega a tanto, pero las cosas empiezan a cambiar. Sólo hay que echar un vistazo a lo ocurrido en Andalucía en la última década para percibirlo: la comunidad ha pasado de prestar poca atención al registro de sus invenciones a erigirse en una de las más dinámicas a nivel nacional, sólo por detrás de Madrid y Cataluña.

Un mundo global, con cambios tecnológicos meteóricos exige que las empresas dejen de competir en costes laborales para apostar por el conocimiento, la innovación y, por ende, la protección de sus logros. Y Andalucía se está poniendo las pilas. Los datos apuntan a que, en el periodo comprendido entre 2002 y 2011 (último año disponible), las solicitudes de patentes se dispararon un 74,72%, o lo que es lo mismo, se pasó de las 273 a las 477. Un avance que puede parecer lento, pero que si se compara con el alza nacional, sale como claro vencedor. Y es que, en España, el incremento en esos diez años fue cuatro veces menor, sólo de un 17,84%, hasta las 3.256 solicitudes, según datos de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) y el Centro de Información Tecnológica y de la Propiedad Industrial de Andalucía (Citpia-Agencia IDEA).

Incluso desde que se desató la crisis, el comportamiento de Andalucía ha sido mejor que el nacional. El volumen de patentes solicitadas en España de 2008 en adelante ha caído año tras año, mientras que Andalucía ha sido capaz de capear la adversa coyuntura sin retroceder ni un sólo ejercicio, consciente de que la protección de la innovación es fundamental para aumentar la competitividad. Una tenacidad gracias a la cual, ha elevado poco a poco su peso en el total, de modo que si, en 2002, aportaba el 9,9% de la tarta, en 2011, ya absorbía el 14,6%.

En materia de patentes internacionales, aquéllas que no sólo se solicitan para España sino para un gran número de países (normalmente más de 100), la cosa también pinta bien. Éste es el segmento del futuro, dado que en un mundo en el que los productos circulan sin fronteras, los posibles plagiadores ya no están en el pueblo de al lado, sino que pueden encontrarse en cualquier rincón del globo. En 2002, el registro andaluz era meramente testimonial con 43 solicitudes, pero que diez años después, la cifra no era nada desdeñable: 201, lo que ha supuesto un exponencial crecimiento del 367,44%, casi cinco veces más peticiones. A nivel nacional, el alza también fue potente pero no tanto, del 85,66%, hasta las 1.671 patentes internacionales. En el peso por regiones, Andalucía ha logrado, así, pasar de representar un exiguo 4,9% del total a un 12%.

Sin embargo, el paso del tiempo no ha jugado a favor de otro de los instrumentos de protección: la creación de marcas. Y es que el descenso ha sido considerable tanto en el caso español como en el andaluz. En la región el batacazo se traduce en una caída de 1.876 solicitudes. En 2011 se registraron sólo 4.955 frente a las cerca de 7.000 de 2002, lo que representó un recorte del 27,46%. En España, la caída fue mayor, del 35,68%, hasta las 42.748. Todo ello en un contexto en el que cada vez es más importante el tener un poder de marca para dotarse de un posicionamiento clave a nivel mundial y poder captar a nuevos clientes.

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