Economía

Andalucía deja de ser la comunidad que paga el IRPF más alto de España

  • La mejora es consecuencia de la rebaja de dos puntos en el tramo autonómico pactada entre el PSOE y Ciudadanos. En Sucesiones se sitúa a la cabeza de las regiones con el mayor gravamen.

Tras años encabezando la clasificación, los andaluces ya no son los españoles que abonan el Impuesto de la Renta de las Personas Físicas (IRPF) más alto de España, sobre todo en las rentas de menor cuantía. Catalanes, extremeños y cántabros se reparten ahora las imposiciones más elevadas en función de los diferentes tramos de ingresos, según el Panorama de la fiscalidad autonómica y foral 2016, presentado ayer por el Consejo General de Economístas. En cambio, Madrid sigue contando en todos los tramos de renta con el gravamen más bajo de las comunidades acogidas al régimen general -todas salvo País Vasco y Navarra, acogidas a su régimen foral más favorable-.

La paradoja estriba en que Andalucía sigue aplicando el mayor tipo máximo agregado de España, un 48%, junto a Cataluña, Cantabria, La Rioja, y Asturias. Sin embargo, el importe abonado se reduce gracias a la rebaja de dos puntos en el tramo autonómico para las rentas inferiores a 60.000 euros que fue pactada entre el PSOE y Ciudadanos para la aprobación de los Presupuestos de la Junta de Andalucía de 2016. La formación naranja arrastró a los socialistas a la primera bajada de impuestos en la historia autonómica, una medida que los socialistas introdujeron en su programa electoral para la legislatura, pero a la que se mostraban reacios a incluir en el primer año de Gobierno.

El estudio recoge una serie de simulaciones tomando como referencia a un trabajador por cuenta ajena cuyos ingresos proceden únicamente de las rentas del trabajo y sin derecho a deducciones. Con 16.000 euros de renta, en Andalucía pagaría 1.473,66 euros anuales, frente a los 1.611,66 euros de Cataluña -que cuenta con el gravamen más alto hasta 30.000 euros de base- y los 1.434,89 euros abonados en Madrid.

Si se toman como referencia unos ingresos de 20.000 euros, -el salario medio andaluz asciende a 20.782 euros según el Instituto Nacional de Estadística-, un andaluz abonaría 2.372,70 euros, 207 euros más que un madrileño, y casi 140 euros menos que un catalán, que también tiene en este intervalo el mayor gravamen.

Las diferencias se incrementan a medida que se escala en las rentas, donde la imposición andaluza se coloca ostensiblemente en la parte alta de la horquilla nacional. Por ejemplo, con una base de 300.000 euros, un andaluz abonará 128.871 euros, casi 800 euros menos que un cántabro -que sufre el mayor gravamen de España a partir de los 160.000 euros de renta-, pero casi 10.000 euros más que un madrileño.

La mejora en el IRPF contrasta con la alta imposición que se aplica en otros tributos. Uno de los ejemplos más claros donde se ve la disparidad autonómica es el del Impuesto de Sucesiones. En Andalucía se aplica una bonificación total para quienes hereden menos de 175.000 euros, pero a partir de esa cantidad se tributa por el total, desde cero. En cambio, hay comunidades donde el gravamen es prácticamente testimonial, como Canarias o Madrid. Esta situación ha llevado a que se multipliquen las renuncias a las herencias en Andalucía, o que se planteen cambios de residencia para evitar la imposición. Aunque Ciudadanos exige una rebaja de este tributo en Andalucía, aún no se ha avanzado en la materia.

La simulación del estudio toma como referencia a un soltero de 30 años que hereda de su padre bienes por valor de 800.000 euros, de los que 200.000 corresponden a la vivienda del fallecido. Mientras que en Andalucía tendría que abonar 164.049 euros, en Canarias la liquidación ascendería a sólo 134,2 euros, según la última reforma recién aprobada por el Gobierno insular. En Madrid, el heredero sólo abonaría 1.586 euros.

En el caso del Impuesto del Patrimonio, la disparidad también es singular. En la Comunidad de Madrid un contribuyente con un patrimonio de 15 millones de euros no pagaría nada por el Impuesto de Patrimonio, porque esta autonomía tiene desactivado este tributo, pero la misma persona tendría que abonar 410.655 euros en Extremadura y 331.444 euros en Andalucía.

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