Economía

Abengoa pone en servicio en EEUU la mayor planta termosolar del mundo

  • La central, que puede generar energía de noche, supone una inversión de casi 1.500 millones.

Solana, la primera planta solar de Abengoa en Estados Unidos con sistema de almacenamiento de energía térmica, ha entrado en operación comercial, según informó ayer la multinacional andaluza, que subrayó que se trata de "uno de los mayores hitos para Abengoa y para la industria termosolar". Solana es la planta cilindroparabólica más grande del mundo con una potencia instalada de 280 megavatios (MW). Además, es la primera en Estados Unidos con almacenamiento de energía térmica, capaz de generar electricidad durante seis horas al margen del campo solar, lo que supone un importante avance para el sector "pues evidencia la capacidad de almacenar la energía solar así como su posterior distribución adaptándose a la demanda".

La inversión total del proyecto es de aproximadamente 2.000 millones de dólares (1.478 millones de euros). Para su financiación, Solana ha recibido un préstamo garantizado por el Departamento de Energía de los Estados Unidos por valor de aproximadamente 1.450 millones de dólares (1.071 millones de euros). El campo solar cubre una superficie aproximada de 800 hectáreas.

Solana, situada cerca de Gila Bend, a unos 112 kilómetros al suroeste de Phoenix (Arizona), comenzó a construirse en el año 2010, y el pasado lunes superó con éxito las previsiones de producción requeridas, así como las diferentes pruebas que permiten la entrada en operación comercial.

Estos ensayos han incluido la operación de la turbina a máxima potencia mientras se cargaba el sistema de almacenamiento térmico y posteriormente, y tras la puesta de sol, se ha recurrido a este sistema de almacenamiento para generar la energía necesaria para activar la planta y producir seis horas de electricidad.

Solana es la primera planta de Abengoa que utiliza tecnología cilindroparabólica para suministrar energía a la red eléctrica en Estados Unidos. Esta tecnología cuenta con un conjunto de espejos cilindroparabólicos colocados sobre una estructura que sigue el movimiento del sol y concentra la radiación solar, para después transformar agua en vapor que pasa a una turbina y genera energía eléctrica. La tecnología cilindroparabólica es una tecnología madura, con un importante valor añadido, ya que permite también almacenar el calor y usarlo posteriormente para producir electricidad limpia tras la puesta del sol o en períodos transitorios de nubes y claros. Gracias a estas horas de almacenamiento se podrá satisfacer los picos de demanda de electricidad que existen en Arizona por la tarde y al anochecer durante los meses de verano.

La gestionabilidad de la producción también soluciona los problemas de intermitencia propios de otras energías renovables, como es el caso de la eólica o la fotovoltaica, pues permite mantener estabilidad en la red de suministro, incrementando el valor de la energía termosolar.

Arizona Public Service (APS), la mayor empresa eléctrica de Arizona, comprará toda la electricidad producida en la planta solar en los próximos 30 años, en base al acuerdo de compraventa alcanzado con Abengoa.

Solana generará energía limpia para satisfacer la demanda de electricidad de aproximadamente unos 70.000 hogares y evitará la emisión a la atmósfera de medio millón de toneladas de CO2 al año. La construcción de Solana ha generado en este tiempo la creación de más de 2.000 empleos.

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