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Economía

Abengoa logra que le permitan aplazar el pago de intereses ante su falta de liquidez

El presidente de Abengoa, Gonzalo Urquijo.

El presidente de Abengoa, Gonzalo Urquijo. / M. G.

Abengoa vive fuertes tensiones de liquidez por su propio negocio que se han visto agravadas por la crisis del coronavirus. En esa delicada situación, la compañía ha logrado que sus acreedores acepten un aplazamiento del pago de intereses.

En una información relevante trasladada a primera hora de este martes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Abengoa comunica que había solicitado a sus acreedores financieros una autorización para, entre otras cuestiones, retrasar el pago de intereses con vencimiento el 31 de marzo de 2020, fecha de hoy, y que esa autorización ha sido concedida y, en consecuencia, se retrasa el pago del interés hasta el próximo 30 de junio de 2020.

Abengoa está en una situación grave: no ha presentado las cuentas de 2019 por discrepancias con el auditor sobre la viabilidad de la compañía –aunque oficialmente adujo que carecía de un informe de experto independiente para la valoración de la participación de la Sociedad en Abengoa Abenewco 2, S.A.–, le ha sido denegada por los acreedores una financiación extra que implicaba endeudarse en otros 50 millones de euros, ha presentado un ERTE para el 30% de su plantilla en España y el 15% en otros países donde opera –que enmarca en las medidas para hacer frente al parón de la economía por el Covid-19– y ha suspendido algunos pagos a la plantilla, como las retribuciones variables de 2018 que estaban siendo abonados a plazos, además de que había cancelado las de 2019.

La dirección de Abengoa está ahora mismo enfocada a lograr liquidez para impedir que la multinacional se vea obligada, como ocurrió en 2015, a pedir preconcurso de acreedores, que levantó un año después gracias a una reestructuración financiera, que resultó insuficiente, porque en 2019 tuvo que acometer una segunda.

Entre las medidas que ha adoptado el equipo directivo que preside Gonzalo Urquijo está también una revisión del Plan de Viabilidad de la compañía. La ausencia de datos de cómo terminó el ejercicio de 2019 agrava la situación, porque indica que los problemas tienen raíz en su negocio y que la crisis del coronavirus sólo supone un agravamiento en el momento más inoportuno.

Es más, la paralización de la economía a nivel global, supone una inconveniente extra en la búsqueda de liquidez mediante la venta de activos que aún forman parte de sus planes de desinversión previstos por las consecutivas reestructuraciones financieras.

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