Tal vez consciente de que el anuncio del pasado miércoles de la construcción de un Buque de Acción Marítima (BAM) en la Bahía de Cádiz había levantado recelos entre los astilleros de San Fernando (donde se construirá ese buque) y el de Puerto Real (con 30 meses de inactividad), el presidente de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), Ramón Aguirre, llegó ayer a Cádiz para calmar ánimos y, sobre todo, anunciar compromisos. Aparte de confirmar la construcción del BAM, el máximo responsable de la sociedad estatal de la que depende Navantia adelantó que el quinto gasero que necesita Gas Natural se construirá en la Bahía y, según la lógica y la historia, en Puerto Real.

Pero, además, preguntado acerca del proyecto de energía eólica marina del que también están pendiente de los astilleros de Fene (Galicia) y Puerto Real, el presidente de la SEPI dijo, tajante, que “espero que pronto pueda compartir con las factorías de la Bahía de Cádiz alguna noticia en este sentido”.

Aguirre llegaba ayer a la Diputación Provincial de Cádiz, acompañado del presidente de la institución y alcalde de San Fernando, José Loaiza; de la diputada y alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez; del senador y presidente del PP gaditano, Antonio Sanz; y del parlamentario andaluz y representante del PP de Puerto Real, Rafael Ruiz Canto. 

Lo primero que hizo Aguirre fue dar a conocer que fue el ministro de Hacienda (Ministerio del que depende la SEPI), Cristóbal Montoro, el que encomendó a esta sociedad comenzar a trabajar en dos encargos para Navantia: el BAM y el quinto gasero. “Hoy –añadió Aguirre– podemos decir que son dos buenas noticias”.

Porque, más allá de confirmar el encargo del Buque de Acción Marítima, el presidente de la sociedad estatal se centró en el segundo aspecto. Y anunció que el próximo día 2 de junio se celebrará en la Bahía de Cádiz una reunión entre Navantia, la propia SEPI, Gas Natural y Knutsen, el armador del buque. En esa cita se perfilarán los detalles de un encargo que, como dijo Aguirre, “será Navantia la que decida dónde se construye, pero lo razonable es que sea en Puerto Real”.

Se atrevió a decir, aunque dentro de la prudencia (una de las palabras que más repitió ayer) que la puesta de quilla de este barco podría hacerse en enero de 2015. Además, valoró que el gasero será  “mucho mejor” que sus “hermanos gemelos” que se están construyendo en los astilleros asiáticos. Hay que recordar que, precisamente, el último gasero que salió del astillero de Puerto Real también fue encargado por el mismo armador, y se llamó Cádiz Knutsen.

Volviendo a este quinto gasero para Gas Natural, el presidente de la SEPI desgranó que “será claramente mejor en capacidad de propulsión, en capacidad de almacenamiento y de tratamiento del gas que los que se están construyendo en los astilleros coreanos”.  También adelantó que este encargo “dará tres años de carga de trabajo y llevará a una ocupación de dos millones de horas de trabajo a los astilleros de la Bahía de Cádiz”. Y más allá de seguir hablando de plazos, dijo que “lo que hay que empezar a hacer antes que otra cosa es almacenar chapa, comprar el acero”. 

Quiso felicitar a los ingenieros de Navantia implicados en el diseño de este buque  “por la eficacia en su trabajo y las mejoras introducidas” y aseguró que, tal como está diseñado en este momento, “mejora en un 40% la propulsión de los que se están construyendo en astilleros asiáticos” y que la “pretensión” del diseño y la construcción es “lograr un gasero que sea un prototipo reputado, un ejemplo que permita a Navantia salir a los mercados diciendo que en España hay un gasero mejor construido”. 

  Ramón Aguirre insistió en destacar “la estabilidad en el trabajo” que aporta la construcción de este gasero “en un horizonte importante de tres años, en los que se espera que pueda surgir algún proyecto de los que están en cartera de pedidos en las actuaciones comerciales de los directores de Navantia, y también que se pueda anunciar algún contrato de comercio internacional”.

 También habló el presidente de la SEPI del BAMque se construirá en la Bahía, concretamente en San Fernando. Indicó, de nuevo “con prudencia” que los plazos que se manejan es que los trabajos de construcción “comiencen después del verano, lo cual sitúa que toda la parte de tratamiento de esta decisión y lo que conlleva ocuparía hasta el mes de julio”. Es decir, antes de julio tendrá que celebrarse el Consejo de Ministros que dé el visto bueno y también la consignación por parte del Ministerio de Defensa.

Es más, preguntado al respecto, aseguró que la puesta en marcha de un nuevo programa de los BAM “tiene en cartera la posibilidad de construir hasta cinco buques, y habrá que ir poco a poco abordando objetivos”. Será Navantia la que determine con Defensa las especificaciones técnicas de estos buques. 

 Los cálculos a los que hizo referencia Aguirre son que un BAM ocupará 1,1 millones de horas de trabajo y ocupará a 500 trabajadores en una construcción que durará 30 meses”. “Lógicamente habría que pensar que se está en la primera parte de un pedido que será más amplio”, añadió. 

Ya más en clave política, el presidente de la SEPI manifestó que este encargo se realiza “gracias al Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, y es uno de los ejemplos de esa recuperación leve pero importante que se está empezando a producir”. “España está dejando atrás la etapa en la que todo eran noticias difíciles de dar y ahora está amaneciendo la etapa de las dotaciones presupuestarias”, dijo, reseñando que “gracias a que se han estabilizado las cuentas públicas, ahora España puede afrontar esta etapa”.

 Igualmente, Aguirre aseveró en relación a los centros de Navantia que “es necesario trabajar en el horizonte de volver a dar carga de trabajo y estabilizar puestos de trabajo”, lo que estimó que “es el mensaje que se está dando en la Bahía de Cádiz”.