Los sábados, los días grandes de Concurso, anochecen mustios. Quizá cuando acabe esta eterna fase de preselección vuelva el ambiente de noche grande, porque anoche el Falla volvió a estar tibio, frío por momentos, incluso con palcos enteros vacíos, a pesar de que supuestamente no quedan entradas en taquilla. Así que, o las entradas de protocolo no hacen la misma ilusión a todo el mundo por igual, o el nuevo sistema, con un solo grupo cabeza de serie, resulta pelín tostón al respetable. El caso es que ayer pocas cosas animaron a un teatro que vivió su momento más álgido con el cuarteto 'Los del patronato' y que se prepara para sesiones como la de esta noche, con un peso pesado en cartel.

La función la abrió el coro de Chiclana 'Un Cádiz de maravilla'. El autor de su letra, Guillermo del Valle, se mostró muy satisfecho al término de la actuación. "Estoy emocionado porque el público ha respondido bien y sólo me queda darle la enhorabuena a todos los componentes del coro, que han trabajado mucho para poder disfrutar de este momento".

Destacó en la actuación de la agrupación chiclanera la aportación musical de violines, una viola y un violenchelo. "Jesús Rivera, el autor de la música -contó Guillermo- es a su vez el director de la orquesta joven de Chiclana, y decidimos aprovechar esta circunstancia para darle al coro mayor riqueza musical".

La tranquilidad de la noche la rompió un episodio complicado. Una joven, que acudía por primera vez al Teatro Falla en compañía de su hija, sufrió un ataque de vértigo al situarse en su localidad, que era delantero de anfiteatro. Aunque los porteros le ofrecieron reubicarla en otro lugar, llegó a tal su ansiedad que decidió que quería marcharse del teatro y así lo hizo. Ni siquiera la posibilidad de buscarle una butaca libre pudo convencerla. Fue un mal rato.

Pero sin duda el momento más curioso de la noche vino de la mano de la comparsa de Algeciras 'Los incondicionales', que con su tipo de perros quisieron humanizar por un rato al mejor amigo del hombre, al más fiel y al más leal. Al término de la actuación sacaron a escena varios perros y mostraron una pancarta contra el maltrato y el abandono animal, animando a participar en la II marcha canina que tendrá lugar hoy en la ciudad.

La noche entró en calor con el cuarteto, pero ya casi al final el público estaba casi más loco por ir a tomarse una cerveza y una tapa de ensaladilla rusa a un bar del centro que a seguir escuchando carnaval.