te voy a hacé el avío

Los premios 'Como una olla'

Los premios 'Como una olla'

Los premios 'Como una olla'

Cádiz necesita unos premios Goya para el mundo del Carnaval, una gala donde se pudieran ver las obras de los grandes modistos y modistas de Cádiz. No digo yo que hubiera alfombra roja, pero si por lo menos un felpudo o una alfombra de esas de sal que hacen para El Corpus.

Con el glamour que está cogiendo el Carnaval de Cádiz, con ese teatro que cada día acoge gente de más lejos que ha comprado sus entradas por internet, necesitamos un día de gran boato en el que se dieran unos premios Goya, pero a nuestro estilo. Propongo como título los premios como una olla, que tiene con los Goya rima consonante, que es algo muy de Cádiz. Aquí nunca se ha hablado en malsonante, sino en consonante, que recuerda al consomé. ¿Hay algo más elegante que un consomé? que es como el puchero pero con mucho glamour y un toquesito de oloroso.

El Carnaval de Cádiz necesita boato, lentejuela. La ciudad necesita lentejas, pero la gran fiesta se conforma con las lentejuelas… que tienen como ventaja que no hay que echarle chorizo.

Ya me estoy imaginando esa gran gala. Lo suyo sería en el Palacio de Congresos…para que así se llene de vez en cuando. Hasta allí irían llegando los grandes personajes de la fiesta y de la ciudad para ir ocupando sus puestos. Se les podría iluminar con grandes focos disparados desde el monumento de Kika o Queco. Nunca se cual es cada uno, si el más feo, o el más horroroso. En esos momentos, los letreros pondrían Cádiz, como una olla, mientras que en el otro monumento, en el que está en la plaza de España saldría en letras fosforitas: …de menudo.

Para darle un toque diferente los invitados no llegarían a la ceremonia de entrega en limusinas, eso está muy visto y sale muy caro. Lo suyo sería llegar en camiones de la bombona con unos extras haciendo sonar las susodichas como música de fondo…sería como un redoblar de campanas pero abutanadas.

Ya me estoy imaginando a Susana Díaz vestida de gran sultana sin coco ni huevo y al Kichi, después del flechazo que ha tenido con ella en su visita, ajustándose la corbata para recibirla con una petalada de flores de loto perfumadas de alioli a la entrada del palacio.

No nos podemos quedar sin que venga el ministro de Cultura, el del nombre fino, porque si va a los Goya…no puede faltar a los Como una olla y hasta Sornoza podría llegar, en vez de en un papa móvil, en su bombona móvil, eso sí con el escudo papal, en vez de logotipo de Repsol Butano.

El presentador del acto no puede ser otro que el Gran Libi de Cádiz. Él es el rey de la rima consonante y seguro que lo bordaría vestido de cazo que es lo que mejor le pega a una olla. Un ballet de gente vestida de garbanzos y garbanzas (estas últimas de Vejer que son muy afamadas) bailarían al principio de la ceremonia al son de Bérzame mucho, como si fuera esta noche, tú última pringá. La orquesta Caballati tocaría la melodía a violín atocinado y el punto culminante sería ver aparecer a la concejal de fiestas bajando de los cielos (tocino de) y cantando la melodía. ¡Podemos, podemos! Grita uno desde el público emocionado.

Saldría entonces el presidente del jurado a decir unas palabras, al tiempo que un grupo de coristas atacan viriles desde el escenario la fanfarria de presentación: "Como una olla, como una olla…" (aplíquese la música de Rocío Jurado en fa sostenido y flatulento).

Hay que encargar las estatuillas. Eso aún está pendiente. Como la cosa es de Cádiz y aquí estamos tiesos, más que estatuillas podrían ser "están chunguillas" y podrían ser las ollas de lomo en manteca, ahora de moda, pero con Hércules puesto por algún lado. Hércules siempre tiene que salir… aunque sea en manteca.

La ceremonia podría ser el primer sábado del Carnaval que está la cosa chunga de actos. No sé si quedará brillante, cómo el arró, pero por lo menos si alguien se ha quedao sin butano, le hace el avio.

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