Opinión

El mal llamado 3x4 y otras cosas de Cadi

Orgullosa vengo a comentar por si no lo saben, con la única intención de ensalzar la capacidad lingüística de nuestras maneras gaditanas, el ingenio y las distintas capacidades de adaptarnos a algo tan universal como la música, desde una de las joyas de nuestra tierra, el carnaval.

Una forma de expresar que nunca se llegó a desvirtuar porque no fue una base elitista sobre la que se construyó el carnaval y por ende su jerga. La manera de nombrar los distintos aspectos musicales y generales del carnaval, ya se asentaron siendo del habla popular, la mejor manera, la más acertada o cuanto menos, la más cercana a lo que se quería expresar. Fiesta del pueblo, para el pueblo. Que desde ese lugar, sin recursos académicos y de muchas otras índoles, se lanzaron a la creatividad expuesta y al arte de decir, que supone el carnaval.

En la actualidad hemos mantenido, incluso acuñado, muchos términos que ya son parte del día a día de los carnavaleros y carnavaleras y que la afición, recoge con la naturalidad de quien sienta cátedra.Y es que uno de los grandes ejemplos, es el tantísimas veces mal llamado “compás del 3x4”.

Siento contarles que en el compás del 3x4 se han construido muy pocos pasodobles. La mayoría de los que se recuerdan o se cantan son de Paco Alba, aunque otros autores han escrito en este compás ternario de subdivisión binaria. Incluso el famoso “Vuelve ya el tres por cuatro, el tres por cuatro bueno…” de la chirigota ‘Las viudas de los bisabuelos de los viejos del 55’ (de Paco Cárdenas y Manuel Sánchez Alba, el Noly) está en realidad en 2x4, o en todo caso en 4x4.

Y como esto, que puede ser uno de los ejemplos más relevantes, muchos otros.

Veamos, para entendernos, el ejemplo de la jerga y su explicación.

Los octavillas que, en realidad hacen una voz en un intervalo de tercera mayor o menor, según convenga a la armonía, no es una octava, sino una tercera o una cuarta voz.

El contralto, puede ser una quinta o una sexta en algunas ocasiones, con respecto al tenor, que por cierto, se le llama tenor, pero es la melodía principal.

Los segundas, que asignamos a las voces graves que cumplen generalmente la misma función que el octavilla, pero por abajo, en voces o tonalidades graves.

La importancia de la pegaíta, que debe ser la voz más intuitiva por arriba, respecto al tenor. Y sin la que las voces más agudas, pareciera que se desvirtuaría demasiado la melodía principal.

Y así con multitud de conceptos que empleamos tan ricamente, porque precisamente son eso, un enriquecimiento de lenguaje. La suerte de estar vivos, también en el habla. La fortuna de ser, de la gente de Cádiz, que es abierta y acoge en todos los aspectos posibles de la música, de la cultura y de la existencia misma.

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