Son el futuro, pero también el presente. Autores jóvenes del Carnaval de Cádiz tienen claro que el pasado merece un respeto, que existe un pozo del que todos han bebido, pero no quieren que se les pase más trenes esperando que alguien les tienda una mano. Para conocer de primera mano sus impresiones, la Fundación Cajasol acogió un encuentro encuadrada en las Tertulias a Bombo y Cajasol, en la que Pedro M. Espinosa, coordinador del Diario del Carnaval, moderó la charla que protagonizaron Sergio Guillén El Tomate; Antoni Domínguez y Rober Gómez.

Antoñito escribe junto a Fermín la chirigota ‘Vamos de impacientes’, auténtica sensación del presente Carnaval, mientras que Sergio pone la música a esta agrupación y realiza el repertorio de la comparsa ‘La ciudad de Dios’ junto a Antonio Jesús Pérez Piru. Por su parte Rober firma parte del repertorio de la chirigota del Sheriff, de la que también es componente.

Los tres destacaron que la nueva generación “es un bloque”. “Creo que ya vamos mereciendo oportunidades. No es que seamos el futuro, es que ya somos el presente y lo estamos demostrando”.

Antoñito, que este año ha saboreado las mieles del éxito con su primera final, reconocía durante la charla, celebrada antes de conocerse los finalistas, que “para los nuevos meterse en al final supone tener que dar tres pases al máximo nivel. Es como si a los jóvenes se les exigiera más”, indicó.

Rober tiene claro que el relevo generacional “está siendo lento. Podríamos decir que incluso se le está dando más cancha a autores que no son de Cádiz. Antes era más fácil llegar a una final. Vera Luque pedía una final a los pocos años de competir en chirigotas. Igual es que hay diferentes varas de medir”.

Sergio explicaba que mantener el nivel es lo que persiguen, “porque hay años que te quedas con esa espinita clavada de haber hecho una agrupación que ha llegado a los aficionados y que igual no le dan todos los puntos que merecen por el hecho de ser jóvenes, es como si dijeran, ya tendrán tiempo, pero yo no lo creo así, porque igual esa buena comparsa no se repite al año siguiente”.

Rober piensa que “esta generación esta tan bien educada que no protesta, no monta pollos cuando la dejan fuera, pero claro que duele cuando piensas que tu agrupación merecía mejor suerte”.

Sergio también dejó claro que para él es un orgullo “recibir felicitaciones de autores de renombre. Otras veces tiran tiritos, pero eso es más miedo a perder su sitio que otra cosa. También hay quien saca repertorios precocinados, casi buscando una polémica”.

Antoñito tenía claro que “lo que es bueno, es bueno, independientemente de la edad que figure en el carnet de identidad del autor”.

“Contra el talento no se puede luchar”, le apoyaba Rober. “El tiempo pasa y a cada uno lo pone en su sitio. Lo que sí pasa es que los jóvenes también somos muy autocríticos con nosotros mismos”.

Los tres se acordaron de autores como Jona o Germán, y coincidieron en señalar que “la cantera es la piedra angular”, destacando la gran labor que Pepe Fierro está haciendo en los últimos años al frente de la asociación. “Es para quitarse el sombrero”.