Balance de los cuartos de final del COAC

Tres noches para decidirlo todo

  • La igualdad protagoniza la segunda fase, en la que la chirigota 'No te vayas todavía' se confirma como la revelación del Concurso

La chirigota del Bizcocho, 'No te vayas todavía', es la revelación del presente Concurso del Gran Teatro Falla.

La chirigota del Bizcocho, 'No te vayas todavía', es la revelación del presente Concurso del Gran Teatro Falla. / Joaquín Pino

Tras 27 sesiones, el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas del Gran Teatro Falla afronta desde esta noche, con el inicio de las semifinales, su tramo decisivo. Tres funciones en las que los grupos tendrán que ofrecer lo mejor de sus repertorios si quieren estar presentes en la Gran Final del próximo viernes 24.

En los cuartos de final ya se ha notado que las agrupaciones han comenzado a soltar toda su artillería, sobre todo porque en el actual certamen de coplas está imperando la igualdad entre los grupos que aspiran a estar entre las cuatro primeras posiciones. Sin pelotazos y con muy pocas diferencias, lo mejor aún está por llegar al convertirse en decisivo el tercer pase por las tablas.

Revelaciones entre los de siempre

El COAC es un mundo en el que es muy complicado abrirse paso. Por eso, la irrupción de nuevos grupos en las fases finales del certamen suponen un soplo de aire fresco para intentar asegurar el relevo generacional.

El principal protagonista de este año en el Falla es Manué, el muerto que permanece inmóvil en su caja durante toda la actuación de la chirigota del Bizcocho, 'No te vayas todavía'. La de San José de la Rinconada es la gran revelación con un repertorio con mucho ingenio y dosis de humor negro bien administradas. Su clasificación a las semifinales es incontestable. Muchos ojos están puestos en su tercer pase para ver si son merecedores de un cuarto velatorio. Una muestra de que los repertorios de calidad son premiados en el Falla vengan de donde vengan.

La otra novedad en la fase semifinal es el coro 'La reina de la noche', de Antonio Bayón, José Antonio Valdivia y Rubén Cao. En una modalidad en la que es más complicado asomar la cabeza al estar siempre los mismos grupos en los puestos de cabeza, la irrupción del Coro de los Estudiantes es muy importante para asegurar el futuro del tango en años venideros. Un grupo a tener en cuenta para los próximos años si mantiene su constante progreso.

Pero más difícil que llegar es mantenerse en lo más alto. Este año ha sido el de la confirmación de la comparsa de Germán García Rendón, 'OBDC La última flor', y la chirigota de los Molina, 'Pa religión, la mía', que por segunda vez han conseguido superar el segundo corte. Ahora queda por ver si el conjunto chiclanero es capaz de repetir en la última noche del certamen de coplas, pero ambas agrupaciones son el espejo en el que se miran los grupos que vienen desde abajo.

La otra cara de la moneda está en algunos autores consagrados que en la presente edición han visto cortadas sus aspiraciones en el Concurso del Falla antes de tiempo. En otros años, al jurado le ha costado más tomar ciertas decisiones. Sin embargo, en esta ocasión no le ha temblado el pulso para dejar fuera de las semifinales a finalistas del año anterior. Esto le ha sucedido a la chirigota del Sheriff, 'Los kunfundíos', que defendía el cuarto premio de 'Los que vienen de marea'. En la misma modalidad, 'Los malos de Apendicity', de José Antonio Alvarado y Juan Carlos Vergara; y 'Los pastelitos', de Lolo Seda, Fede Quintero y Juan Carlos Aragón; entraban en las quinielas de muchos aficionados como serios aspirantes a todo antes del Concurso, aunque no han cumplido con las expectativas.

Por su parte, en comparsas, la principal ausencia es la de Antonio Rivas y Pepe Martínez, 'Tres mil años', ya que en anteriores ediciones era una fija en la tercera fase del COAC.

Una decisión condicionada

Como ya sucedió en la fase preliminar, el fallo del jurado volvió a estar condicionado por la Junta del COAC, que por primera vez ha decidido cuántos grupos por modalidad pueden pasar por fase. Para semifinales, el jurado tenía la potestad de elegir a 28 agrupaciones divididas en seis coros, diez comparsas, ocho chirigotas y cuatro cuartetos. Este grupo se redujo a 26 grupos tras la decisión del jurado, ya que en la modalidad de cuartetos sólo dos de ellos tienen la calidad suficiente para permanecer vivos en la competición.

Esta decisión hace que, aunque el jurado o el pase de todas las agrupaciones determinen que, por ejemplo, la modalidad con mayor calidad es la de chirigotas, se pueda ver perjudicada por el número de puestos adjudicados. O lo que es lo mismo, que en determinadas ocasiones se puedan incluir agrupaciones de relleno con el único objetivo de cumplir con los cupos establecidos. A esto se suma que no se puedan rellenar los huecos libres que dejan los cuartetos, cuando desde el principio del Concurso se preveía lo que posteriormente iba a suceder.

Por ello, este cambio normativo se merece una reflexión para el próximo año para que el jurado vuelva a tener la libertad con la que trabajaba y poder establecer la clasificación para la siguiente ronda en función de la calidad que exista en cada modalidad.

El sistema del COAC: un freno a la savia nueva

En 2008, se cambió el sistema del Concurso para incluir la fase de cuartos de final con la intención de convertir las sesiones de semifinales en tres pequeñas finales. Sí es cierto que, salvo con algunas excepciones, a esta fase llega casi todo lo mejor que ha participado en el Concurso. Pero, por otra parte, el sistema se vuelve injusto para aquellos que piden paso pero que por el peso de los nombres tienen más complicado acceder a la tercera fase. Esta injusticia se incrementa por los grupos que sirven de relleno en cuartos.

Por ello, el Concurso sería más justo con una primera criba algo más dura que permitiera recuperar las semifinales a doble vuelta, lo que haría que más grupos actuaran tres veces.

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