la calle toma el protagonismo. lunes de coros

La lluvia no puede con las coplas

  • Un par de chaparrones sobre la una de la tarde no deslucen la mejor jornada para escuchar a las agrupaciones oficiales y callejeras

Pintaba mal a primera hora el Lunes de Carnaval. Los nubarrones que llegaban por el Campo del Sur al mediodía hacían prever que el día más gaditano de toda la semana de fiesta se podía estropear por culpa de la lluvia. Las previsiones meteorológicas pronosticaban que podían caer chaparrones de los que mojan, no de papelillos, entre la una y las tres de la tarde. Las predicciones se cumplieron en torno a la una y media de la tarde, pero fue por muy poco tiempo y no pudieron acabar con las ganas de disfrutar de las coplas de la manera más directa, sin las grandes bullas del domingo. En cualquier esquina montaba una agrupación su campamento para cantar unos cuplés sin más pretensión que agradar y sacar una sonrisa.

Ya habían arrancado los tangos en los carruseles de coros cuando la lluvia hizo acto de presencia durante unos minutos. Los suficientes para empapar, pero los justos como para no desistir en el empeño y aguantar encima de las bateas a la espera de que escampara y poder seguir con las coplas. Los coristas no se desanimaron y pronto se repusieron para poder seguir ofreciendo lo más granado de sus repertorios.

Tampoco se vinieron abajo el resto de las agrupaciones, que esperaron con calma su turno para empezar a entonar cuplés, tanto oficiales como callejeros. Sobre las 14.30 horas, el romancero 'Un par de hostias bien dá' ofrecía su repertorio en la calle Compañía delante de la cuchillería Casa Serafín. Con un villancico en el que este año los Reyes llegan en batea, esta niña de comunión animaba al público que la escuchaba.

En la plaza de Las Flores, poco a poco se fueron sumando las chirigotas. En la fachada del antiguo Bazar La Paloma se situaba la chirigota 'Las pinchapelotas' con sus particulares lanzas para pinchar las pelotas de los chiquillos que osen jugar al fútbol ante la casapuerta de esta Marías. Por su parte, a pesar de que ayer sólo era fiesta local, desde Salar (Granada) llegaba para cantar sus coplas en la escalera de Correos la chirigota callejera 'La banda del siglo XX', heredera de la comparsa de esta población granadina que participó en varias ocasiones en el Concurso del Gran Teatro Falla. Su autor, Antonio Cruz Almagro, explicaba que tras pisar las tablas del coliseo gaditano se han lanzado a las calles "por los trabajos, ya que no tenemos tiempo de ensayos". Aun así, no faltan a su cita en un día menos agobiante que el fin de semana. Pases en los que, según el chirigotero, han funcionado los cuplés a Puigdemont y los años 80 y un pasodoble contra la xenofobia y el racismo, además de una presentación y un popurrí muy participativos. En un lugar tan codiciado, le dio el relevo la chirigota 'Las que embrujaban de verdad'.

En la Plaza, el ambiente era más de coplas que de copas. Con mucha más tranquilidad, el público se podía mover con mayor facilidad para encontrar los tangos que quería escuchar. En este carrusel participaron 'La centuria', 'Don Taratachín', 'El diablo se viste de coro', 'Tiempos modernos', 'Y sin embargo, te quiero', 'Los queus de Cai', 'Estamos encantados', y los juveniles 'Cazasonrisas' y 'Los emisarios'. Por su parte, el coro callejero de Luis Frade 'No tiene tú tablas ni ná' se introducía en este recorrido al descender por Alcalá Galiano.

Los rayos de sol le fueron ganando la partida a las nubes. Las cuatro gotas mal contadas que intimidaron a los menos carnavaleros fueron enjugadas por los papelillos y el resto de la ciudad se llenó de coplas y de gente. En la plaza Mina, los coros, como el de Luis Rivero, entonaban tangos a pleno pulmón. Ayer había menos gente en esta plaza que el domingo, eso sí es cierto.

Las ilegales se fueron adueñando poco a poco del entorno de las calles Hospital de Mujeres, San Francisco Javier, Sagasta, Solano y Sacramento. En San Francisco Javier se instaló la chirigota de Medina Sidonia 'Los extintos de verano', unos linces ibéricos que pisaban por primera vez el Carnaval gaditano a pesar de su experiencia en la fiesta asidonense. Las vendas que llevaban por todo el cuerpo nos mostraban lo que habían sufrido estos animales para escapar del incendio de Doñana. A unos pocos metros también iba de animales la cosa, aunque en esta ocasión eran unos caballitos de mar roteños de 'Hipódromo La Caleta'. Un pase del que el público celebró la canción sobre los distintos pescados.

En cada portal de la calle Hospital de Mujeres se podía escuchar una propuesta diferente. Sobre las 15 horas, las diosas griegas de 'Hasta el monte del Olimpo', conocidas como Las Niñas de las Botas de Agua, le echaban cara con su deseo de llegar al Olimpo para poder limpiarse el monte de Venus en un bidé. Cerca de la calle Sagasta, los pizzeros de 'Ojú pissa', comandados por el conocido como el niño del tambor del programa de Juan y Medio, también agradaban al público con algunos cuplés subidos de tono.

En la calle Solano, retirados del gran bullicio, a las 16 horas vendían patatas fritas con sus canastos de mimbre los vendedores típicos de la chirigota comparsista de vellito de punta 'Con sabor a sal', de Víctor Fiusa y Paco Aráuz y con Antonio Beiro entre sus filas. Como en Carnaval hay que comerse la cabeza para llamar la atención y sacarse unos euros para pagar el avituallamiento, estos vendedores ofrecían las hojillas con sus coplas con un paquete de patatas fritas.

Una vez que esta chirigota comparsista ofreció su pase, le dio el relevo la conocida como La Chirigota del Ukelele, que tras traer en 2017 a 'Las cabras payoyas', este año traen otro tipo surrealista con 'El poto tu hermana', con un disfraz, precisamente, de potos con su gran macetón. Muchos cuplés cortitos, los pasodobles de tres palabras y su característico ukelele hicieron las delicias de un público fiel que les busca por las calles.

En la calle Ancha, por su parte, montaba su chiringuito la chirigota 'Los Moi (no llamadme Moisés que es nombre de cuna y me jode)'. Con un repertorio bíblico presidido por las tablas de los 10 mandamientos, consiguieron separar las aguas para evitar que la lluvia desluciera esta jornada.

Se dice que el lunes es para la gente de Cádiz, pero muchos catalanes habían venido a cantar en por las calles. En El Pópulo, sobre las tres de la tarde se refugiaban 'Catalans por el mundo' y 'Les fugitives'; los primeros, embajadores de la República, y los segundos, unos Puigdemonts llegados desde Puerto Real. "El años pasado éramos 'Los republicanos', íbamos de Donald Trump", dicen. "Os gustan los políticos, ¿no?", pregunto. "Es que así aprovechamos el traje de chaqueta. Llevamos tres años con el mismo puesto", reían estos chirigoteros en la calle Pelota. "Desde que me fui a Bruselas vivo soñando, eh, vivo soñando eh", cantaban a lo Salomé en Eurovisión.

Ya debajo de Moret, en San Juan de Dios, se preparaban otros paisanos suyos con 'Los mossos amorosos'. Javi García, el Ojo, que este año ha sido jurado juvenil y no salía en ninguna agrupación oficial, se quita la "espinita" y el "mono" con este grupo de policías autonómicos muy cariñoso. "El sábado estuvimos en San Fernando en una concentración de callejeras, ayer por la Plaza, Barrié, y hoy otra vez seguiremos cantando por aquí", contaba Javi mientras la chirigota se preparaba para empezar los pases a lo largo de las calles de la ciudad.

Moret desde luego se ha convertido en un lugar casi clásico para escuchar agrupaciones, ya sean callejeras u oficiales. De estas últimas, además, las que más seguidores acumulan son las que aprovechan este espacio. Ayer, por ejemplo, 'Los mafiosos', de Juan Carlos Aragón, concentraba a numeroso público. Sus escaleras y estar en un sitio abierto como es la plaza de San Juan de Dios le hacen ideal para evitar que la concentración pueda a llegar a ser peligrosa. Antes, los aficionados escucharon a una buena comparsa juvenil, 'La perla de occidente', que interpretó parte de su repertorio de manera afinada y certera.

También es un buen sitio la puerta de la Facultad de Medicina para estos grupos punteros. Para escuchar al 'El perro andalú' , de Martínez Ares, la gente llegaba hasta el Bar Ducal. Y es que la expectación que despierta Martínez Ares no decrece a pesar de que este año no haya obtenido un buen premio en el Falla. Mientras, en la plaza Mina, hacían las delicias del público 'Los campaneros', de Kike Remolino, con su tolón, tolón. Y en Nueva, muchos aficionados se arremolinaban con 'Los ángeles de la guarda', de los hermanos Carapapa. En el Palillero, cantaron 'Los brujos titis', de Manolo Santander y Sánchez Reyes, mientras que el coro 'Rockola' y la comparsa 'La cara oculta de la luna', de Romero Bey, esperaban su turno. 'Los chimenea', de Faly Pastrana, se paró en San Francisco para defender sus tangos y encaró el último tramo de su carrusel para entonar tangos en la plaza San Martín. Por San Francisco, intentaban avanzar el Gadita (Manolo Morera) y el Trinchera (Carlos Mení). Se sucedían las colas para inmortalizar una fotografía con ellos. "¿Dónde vais a cantar?", le preguntaban. "Íbamos para allá...", señalaba Morera con el dedo. A ver si lograron llegar.

A las callejeras sí le gustan más las esquinitas. Las de la calle Sacramento son un buen ejemplo. La esquina con Rosario Cepeda, con Sagasta, a un lado y a otro. Los romanceros se turnaron para entonar sus versos delante del Bar La Casapuerta. Por Solano casi no se podía pasar. Y en la calle Hospital de Mujeres, 'Los runners al sol', la chirigota de Cossi, sacaba su megáfono. ¿Qué sois de Badajoz?, decían. "De Cádi Cádi francesa", contesta una mujer que estaba subida a una ventana para no perderse detalle. A Juan, otros de lo escuchaba el grupo, le tocaba correr la maratón con estos cuarentones que, ya que están parados y su mujer tiene un lío, no tienen otra cosa mejor que hacer que ponerse a correr. Y ahí va Juan , Hospital de Mujeres arriba y abajo, pegándose la carrera, y bien que se lo pasa. Buen ratito que echamos todos. En Gaspar del Pino, hacen reír unas cartas, 'Sota, caballo y rey'. "Aquí hay gente que a diario se pega su solitario", entonaban con risa picantona. Las callejeras se reparten, se buscan sus rincones, por José del Toro, en el callejón de la fabrica de Maier, detrás del Teatro del Títere...

Por otras esquinas, la de la calle Rosario, sonaban más coplas. Si a usted no le gusta mucho andar, puede pararse en la del Café Levante. En su callejón van pasando una detrás de otra. Allí estuvieron 'Los yihadistas andaluces'. El tipo no tiene desperdicio. Con un paquete de arroz bomba, paños de cocina debajo de gorra a lo Che Guevara, pistola de pegar de silicona y una pandereta a la que le salen cintas de colores imitando al tipo Aguja de Oro de este año, 'El perro andalú', entre otros detalles chirigoteros. También el primer premio de romanceros 'El diablo se viste de Eutimio', de Álvaro Ballén. "Cuando la gente te conoce viene detrás de ti y te pregunta y te sigue mucho", dice el ganador. Pero asegura que no es por el primer premio, "sino por el auge en sí de los romanceros" y "por los medios con las informaciones que habéis sacado arropando la modalidad", añade.

En el mismo lugar pasaron unos 'Chivatos' con sus cámaras de seguridad y 'L@s susceptibles', quienes fueran 'V de Vavetta' hace un par de años. Y en otra esquina cerca, en Marqués de Valdeíñigo, ¡Qué bavaridad!', una asociación de ninfas que llegan desde el Oktoberfest invitadas "por el Kichi".

Donde había mucha actividad era en la zona del Cañón. Allí se juntaron dos grandes segundos premios, por un lado la comparsa 'Los prisioneros' y por otro el coro de Faly Pastrana y David Fernández 'Los chimenea'. Ambas muy aplaudidas por el público. Los de Subiela fueron luego para El Palillero, donde volvieron a cantar antes de meterse en el café-teatro 'El Vagamundo', un sitio carnavalero, recomendable para los buenos aficionados por la cantidad de recuerdos y fotografía que su propietario, Paco Trujillo 'Catalán' ha ido acumulando. Allí 'Los prisioneros' ofrecieron buena parte de su repertorio, y como postre, la presentación de 'Los equilibristas', que fue muy aplaudida. Escuchándolo todo emocionado y atento estuvo Monchi, el que fuera director deportivo del Sevilla y que ahora se encuentra enrolado en las filas del Roma. "Aunque estoy feliz en Roma, echo de menos mi tierra y no quería perder la oportunidad de venir en Carnavales". Monchi, gran aficionado a la fiesta y que llegó a participar en el Falla con la chirigota 'Los preparaos', reconocía que ha estado muy atento al Concurso desde Italia.

El primer premio de chirigotas, 'No tenemo el congo pa farolillos' hacía doblete, primero en Palillero, y posteriormente subiéndose al tablao de Candelaria, por el que antes pasó la chirigota 'Este año nos veréis en el altar' para participar en el tradicional concurso de la Peña La Estrella, que hizo que esta plaza de la ciudad estuviera repleta de público, con cientos de familias con niños que eligen este lugar para pasar la jornada con bocadillos, su moscatelito y coplas. Las actuaciones se alargaban desde el mediodía hasta ya entrada la noche. Desde agrupaciones juveniles hasta los premios. El primer premio de comparsas juveniles, '¡De aquí nos despedimos!' interpretaba sus letras y esperaban abajo 'Tic-tac, tic-tac' , de Tino Tovar, o 'Los campaneros', que con sus seguidores formaban una bulla detrás del escenario, buscando fotos, chapas y cds. Por su parte, ya fuera del certamen, en la esquina de Montañés cantaba algunas de sus coplas la comparsa 'Ni los buenos son tan buenos ni los malos son tan malos', de Iván Romero y Nono Galán, semifinalista en el pasado Concurso del Falla.

La juerga se alargó hasta bien entrada la noche. Otro Lunes de Carnaval con el que se constató que es el día perfecto para escuchar las coplas con tranquilidad, sin empujones y llegando a cualquier parte de la ciudad en muy poco tiempo. Una día para disfrutar de la fiesta gaditana sin agobios.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios