Crónica del Lunes de Carnaval

Las coplas invaden todo el centro

  • La dispersión de las agrupaciones por todo el casco histórico permite escuchar de cerca los repertorios en un gran Lunes de Carnaval

La antología de Juan Carlos Aragón, ‘La eterna banda del Capitán Veneno’, causó expectación en su actuación en la entrada del Museo en la plaza de Mina.

La antología de Juan Carlos Aragón, ‘La eterna banda del Capitán Veneno’, causó expectación en su actuación en la entrada del Museo en la plaza de Mina. / Julio González

Un día sin agobios para poder acercarse a las coplas. Las bullas del fin de semana se dispersaron en la jornada grande de Cádiz, esa en la que todo es mucho más cercano. Un soleado Lunes de Carnaval permitió que los aficionados disfrutaran de la fiesta en toda su esencia. Sin demasiadas complicaciones para moverse por las calles, la diversificación propició que cada público pudiera encontrar su lugar. Quien quería un ambiente familiar y con espacio para moverse con tranquilidad, plazas como Mina o San Antonio eran el sitio adecuado. Si lo que se quería era buscar a las agrupaciones oficiales, puntos como el oratorio de San Felipe Neri, Moret, la escalera del Museo de Cádiz, la Catedral o la escalerilla de Medicina eran el lugar oportuno para ello. Si no importan los apretones, entonces hay que moverse por el entorno de la Plaza para disfrutar del Carrusel de Coros. Y si lo que se quiere es escuchar a las ilegales, solo hay que perderse por calles como Armengual, Mateo de Alba, Solano, Argantonio o Rosario, entre muchas otras.

Por suerte, en un Lunes de Carnaval existen ambientes para todos los gustos. Pasado el mediodía, las coplas empezaron a extenderse por todo el centro de Cádiz. Por la zona de San Juan de Dios se movían las agrupaciones más tempraneras. La chirigota 'Misión Imposible' entonaba las primeras coplas antes de la dos de la tarde en la esquina de Pelota y la chirigota infantil 'Pa roja, roja, nosotras', segundo premio en esta categoría, cantaba en la escalera de Moret.

En Nueva ya estaba la batea del coro de Rafael Pastrana, 'Los garabatos', y la ilegal 'Mago Mayor' reponía fuerzas para la jornada más gaditana.

Subiendo San Francisco, también estaban ya en marcha 'Dio Picha!' y en la plaza del mismo nombre la comparsa 'Los resilientes', de Germán García Rendón, se llevaba los aplausos del público delante de la puerta del convento. 'Los Purry baby’s' andaban también por la zona, con las bateas del coro juvenil 'Al sur del sur', 'El barrio negro' y 'Coromía' entonando sus primeros tangos.

Ya la Plaza de Mina estaba a rebosar para entonces. La comparsa de 'Los encaidenaos' cantaba en la escalera del museo y se turnaba con el coro 'Al sonar las doce', de Luis Rivero. Este recorrido del Carrusel de Coros estuvo algo más desangelado por la dispersión de los grupos. De hecho, a las tres de la tarde solo estaban en dicha plaza el coro 'Manos arriba!!', de José Manuel Valdés, Cesáreo López y José María Barranco el Lacio; y el ya citado coro de Luis Rivero. Por su parte,'Cádiz resiste', de Francis Sevilla Pecci; ya enfilaba la calle Ancha desde la calle San José.

El escenario de Mina vio pasar a varios grupos a lo largo del día. Tras 'Los encaidenaos' fue el turno de 'Estrés por cuatro', la chirigota de Selu García Cossío, que también tuvo al coro 'Al sonar las doce' como espectador privilegiado.

Gracias a las redes sociales se propició un efecto llamada en este punto del casco histórico. Y como ya todo se sabe, todo Cádiz tenía presente que la antología más venenosa del mundo tenía previsto cantar en la escalera del Museo Provincial en la plaza de Mina a las cuatro de la tarde. 'Los Purry baby’s’, que les precedieron como improvisados teloneros, nunca habían actuado ante tanta gente. Cientos, miles de personas intentaban captar las voces de la antología comandada por Javi Bohórquez. Fue el de ayer un Lunes de Carnaval inusual. Ya no sólo por el hecho de que las costumbres hayan cambiado y los coristas hayan perdido protagonismo, sino porque dos grupos que no han concursado se convirtieron en las estrellas del día. De un lado 'El batallón rebaná' con las coplas de Manolo Santander, y de otro 'La eterna banda del Capitán Veneno', que de luto riguroso actuaron primero en Mina y luego en Moret, provocando que una muchedumbre se arremolinara para intentar oírlos. No fue misión fácil. De hecho, desde aquí recomendaríamos que compraran sus CDs si quieren aprenderse sus coplas, inéditas la mayoría, lo que no quiere decir ni mucho menos que sean mejores que las que se cantaron en el Falla, las elegidas por su autor para competir, no lo olvidemos.

Más allá de estos dos grupos, protagonistas involuntarios del Carnaval 2020, la dispersión de las coplas se confirmó como algo inevitable. Mina, Mendizábal, San Francisco, el Mercado, Torre Tavira, Mentidero, la calle Rosario, los Callejones, el monumento a Moret... Es otro Carnaval. Es más, las agrupaciones que han participado en el Concurso, incluso las que se han llevado buenos premios, se mezclan con las llamadas ilegales. 'Los encaidenaos' de Remolino se dejaban ver por Mina para seguir su recorrido por Candelaria y la escalera de la Catedral, plaza en donde coincidió con el coro 'Los garabatos', los estresados del Selu iban del Museo a la calle Zorrilla para reponer fuerzas, preguntándose aún cómo el jurado les había podido meter semejante babuchazo; 'No aguantamos más... vamos de impacientes' se dejaba ver por medio Cádiz, mientras que 'La chusma selecta', de Don Antonio Martínez Ares, cantaba en la Facultad de Medicina ante un enorme gentío que ocupaba gran parte de la plaza Fragela.

Por espacios selectos como el oratorio de San Felipe Neri, Moret o las escalerillas de Medicina también pasaron agrupaciones como la chirigota 'Los Geni de Cádiz', la comparsa 'La ciudad de Dios', la chirigota del Cascana, 'Aquí estamos de paso'; o 'Los tocaos del ala', comparsa de Tocina. Tampoco han faltado a su cita con la calle 'Los aislados' o 'Los salvajes', entre otras. Ya, pasadas las seis de la tarde, estaban en Correos 'Pídeme lo que tú quieras' o 'Los pacientes'.

También se producen algunos momentos curiosos en este Lunes de Carnaval, como el que protagonizó la chirigota 'Los de la resistencia', que entonó un pasodoble ante la casapuerta del número 2 de la calle Garaicoechea antes de proseguir su camino hacia la calle Puerto Chico. ‘Noche en el museo’, otra chirigota de corte clásico, también dio cuenta de parte de su repertorio en torno a las cinco de la tarde en la calle Nueva.

En el Kaserón del 3x4 eran muchos los grupos que paraban. El coro 'La colonial' interpretaba su repertorio junto al local de Curro, dando una buena muestra de su primer premio gracias a su espectáculo de voces. Por su parte, en la plaza de Mina el coro de Luis Rivero dejaba imágenes bellísimas, como una madre Maléfica cantando a su bebé, sostenida por su abuela y disfrazada como quien le ha dado la vida. Pocas miradas pueden llevar más amor que las de una madre diciéndole a su hija en un final de un tango "te quiero, te quiero, te quiero...".

El otro epicentro de la fiesta estaba en los alrededores del Mercado Central de Abastos, en donde se concentraron los coros 'Tócame', 'Rayadillo', 'Gloria bendita', 'Los payasos del callejero', 'Tres deseos', 'Creaciones S.A.', 'Los superhombres', 'La soñadora', 'Mundo animal' y 'Érase que se era'.

El Lunes de Carnaval también es un momento oportuno para echar la vista atrás y recordar algunas de las coplas que forman parte de la historia de la fiesta. La casualidad quiso que dos antologías coincidieran en la plaza del Palillero poco antes de las cuatro de la tarde. Por un lado, la antología de Enrique Villegas se situó ante la puerta del Centro Integral de la Mujer para recordar algunas de las coplas más famosas del autor de Ayamonte. No faltaron pasodobles tan célebres como los de 'Pescadores fenicios' o 'Braceros de pueblo'. Incluso, también se acordaron de los propios hijos de Enrique al cantar el pasodoble de ‘Las momias de güete pa gua los niños’. Por el otro, la antología de Paco Rosado se situó ante la entrada de Zara para rescatar del baúl de las coplas cuplés como los de 'Los cegatos con botas' o el popurrí de 'Los cruzados mágicos', que prácticamente cantó a coro toda la plaza del Palillero.

Entrando en territorio ilegal, la zona de Sagasta no falla. Las coplas, eso sí, empezaron a sonar más tarde por esta zona, una vez recuperados del largo domingo de coros, donde se pasa de Sagasta a Macías Rete, y repuestas las fuerzas en el Bar La Casapuerta o la Peña Los Adoquines.

La chirigota de Rota cantaba su simpática rumba del adicto a las elecciones. "Votar es su veneno, cada domingo lo echo de menos", decía los 'Salta conmigo', de paracaidistas. Había otros paracaidistas por la zona, parodiando al militar que chocó con la farola en el desfile del 12 de octubre, 'Paracaída la nuestra' se llaman. Por la zona se veía además a los 'Silicon Cadi'.

El showromancero, en Armengual, daba su primer pase de la jornada entre una multitud. Bajo el nombre 'Peña Carnavaleira do Bahía: El Garota' hacían reír con ritmos "brasileiros" y le daba a los "pitus" para los cuplés. "Qué me gustan tus hechuras, qué me gustan como andas, qué me gusta a mí una samba", dice su estribillo.

La zona también se ha convertido en un sitio ideal para no perderse los romanceros. En Cervantes estaba el primer premio, 'Los lolailan de Long Island', por Sacramento el cuarto premio, '¡Ese Caín oé!'; y por Sagasta 'Dr. Jekyll, hola que Hyde', 'Qué menina más monina', 'Dios, no te aguanto más' o 'La gracia de Cadi'.

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