Protagonistas del cambio en 1977

La vuelta a las raíces

  • 'Diario de Cádiz' se hacía eco en su suplemento dominical de la incertidumbre de los comparsistas ante la vuelta del Carnaval y de febrero en 1977

El coro 'Los dedócratas' en pleno ensayo con 'Poleo' al frente del grupo.

El coro 'Los dedócratas' en pleno ensayo con 'Poleo' al frente del grupo. / fotos: juman

Diario de Cádiz, haciéndose eco del sentir del comparsista y, en definitiva, del pueblo gaditano, pulsó en febrero de 1977, en su suplemento dominical, el ambiente que se respiraba entre los protagonistas del Carnaval. Y ciertamente que no era un aire de optimismo. Había inquietud y una notable desorientación en cuanto a la postura a adoptar por el Ayuntamiento, que si bien años atrás había cuidado celosamente el confeccionar un sugestivo programa para unos pocos y promocionarlo suficientemente, mantuvo el silencio absoluto.

Gracias a la inquietud de las peñas de El Charpa y La Estrella, y del Centro de Cultura Popular, en octubre de 1976 se moviliza a los autores, directores y copleros, organizándose en Valcárcel una especie de -convención carnavalera- que, al fin, da sus frutos. Se vuelve a hablar, a discutir y a matizar todo tipo de sugerencias. En definitiva, se acuerda la conveniencia de volver a febrero y reinstalar los carnavales.

La incertidumbre era general. El comparsista seguía con sus ensayos, pero también seguía a la espera de que el Ayuntamiento se pronunciara. Nada se sabía sobre fechas. Ni de la confección del programa ni siquiera que hubiera concurso en el Gran Teatro Falla. Todo era silencio. Nadie sabía nada de nada en el Municipio respecto al Carnaval. Lo único, que sería en febrero. Finalmente, el Ayuntamiento, apenas 30 días antes del concurso señaló la fecha del concurso. Estas son algunas e las informaciones de este periódico en aquellas fechas:

"Macías Retes, un veterano que vuelve porque se pasa de nuevo a febrero. Dirige un coro que puede ser importante: 'Figuras de ajedrez'. Letra de Gamaza, Villanueva y Poce y música de Herrera y Palacios. La mayoría de los componentes son veteranos, pertenecientes a la peña El Charpa". Todos se hallaban preocupados ante el silencio del Ayuntamiento. "Es que hemos invertido en esto cincuenta mil duros y si no encontramos subvención, pues ya nos dirá...". Una razón de peso, porque, aparte esas pesetas en el aire, esta el esfuerzo diario de cada uno de estos coristas".

-¿Y merece la pena todo este sacrificio?

-Claro que sí. Nosotros somos el Carnaval. Nuestro folklore no puede perderse, y menos ahora que vuelve a febrero.

-¿Qué esperan ustedes de estas fechas?

-La reinstauración del antiguo Carnaval. Es una tradición que no podemos consentir que se pierda. Si se vuelve a sus fechas tradicionales es con todas sus consecuencias. Claro que de golpe y porrazo no podrá ser, pero ya hemos dado el primer paso.

Por su parte, Luis Ripoll no iba a escribir nada. Estaba un poco harto de Fiestas Típicas, en las que tanto se marginaba al comparsista. Y sólo una cosa le hizo volver: febrero. Debe ser porque es un mes que huele a Carnaval. Y eso tira. Se reunió con el personal y decidió crear la comparsa 'Carrusel de colores', dirigida por Manolo Mera. Un mes largo de ensayos e incertidumbre por la postura del Ayuntamiento.

-Creo que habrá ayuda económica, porque el Carnaval es del pueblo. Y como el pueblo es un contribuyente... Nosotros hemos invertido unas ciento cincuenta mil pesetas.

-¿Se recuperarán?

-Como hay subvención, sí. Porque tiene que haberla, como, también, premios en el Falla. Porque el concurso es un negocio. Por cierto, que ya que se va a volver a un Carnaval libre, que las entradas del concurso no sean para unos cuantos como si fuera una cooperativa.

Luis Ripoll quiere creer en unos carnavales sanos, en los que participe el pueblo, en los que se divierta el pueblo "y no unos cuantos, como venía ocurriendo hasta ahora".

-¿Y si no hubiera habido ayuda económica, qué pasaría?

-Que saldríamos de todas maneras. El comparsista debe estar unido y todos a una, porque bastante en desacuerdo que hemos estado. Pero no por culpa nuestra, sino porque ha convenido un enfrentamiento entre nosotros para que no nos diésemos cuenta en la marginación en que nos tenían sumidos".

Respecto a los coristas comentaba este Diario que eran unos carnavaleros realmente preocupados por nuestro folklore. De ahí su inquietud por la supervivencia de algo de tanto arraigo popular como el coro y, consiguientemente, el tango. Hubo una época en que el tango era bandera de nuestros carnavales. Un tango que calaba hondo, que llegaba al alma. que ponía los vellos de punta.

"Hubo una época, sí, en que el coro reinaba en febrero, en que se ordenó cambiar febrero por mayo y fue el caos para el coro, para el tango. Alguien apuntó una vez que el coro estaba en decadencia, que no se levantaría porque a la juventud no le interesaba. Una teoría que ha venido a echarse por tierra ante el hecho de que un grupo de jóvenes estudiantes, en el que también figura algún que otro médico, abogado y maestro de E.G.B., y que se han reunido y formado ¡un coro! que, por supuesto ensaya a todo ritmo para llegar a punto al concurso del Falla.

La idea la fue madurando Miguel Maján 'el dire' del grupo, siendo autor de la letra Miguel Villanueva Iradi y la música de Fernando Galván.

Veintitantos entusiastas jóvenes componen el coro, al que intentarán revitalizar y acercarlo a la juventud, porque, dicen, es la esencia de nuestro folklore, que se está perdiendo poco a poco y sin que nadie le preste una ayuda para salvarlo. 'Los dedócratas', así se denomina el coro, van a aportar su granito de arena, por dos razones fundamentales: primero porque son gaditanos y lo sienten, y segundo, porque con febrero llega la esperanza de hacer renacer el auténtico Carnaval.

En la conversación con 'Los dedócratas' y que vamos a tratar de resumir en sus puntos más importantes se apunta que con la llegada del Carnaval deben desaparecer las casetas y esa especie de feria rara que se monta sin ton ni son. Que la celebración sea tres días intensivos, con todo el pueblo en la calle.

'Los serenos del 40' de Antonio de la Vega, temen que todo vaya al fracaso "porque no se está promocionando nada, ni hay carteles y se han sabido fechas y programas muy tardíamente". Desde luego, sostiene la teoría general de que lo organizara o no el Ayuntamiento, su agrupación saldría a la calle, y apostilla "y a ver si igual que hay destape de ropa, también lo hay de lengua, para poder largar".

La mayoría de los comparsistas lo tenían claro, querían un Carnaval sin fronteras, un Carnaval auténtico. El pueblo quería desterrar definitivamente otras fechas que no fueran febrero y otras fiestas folklóricas que no fuera Carnavales. El intento mereció la pena.

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