Si el Concurso de Agrupaciones 2022 comienza en torno al 25 de abril, un buen número de canavaleros lo tendrá complicado para compatibilizar los ensayos con su otra pasión: la Semana Santa. Durante la misma, a escasos días del COAC, las agrupaciones vivirán la más intensa preparación. Como también será intenso el periodo anterior: la Cuaresma. El trastorno ocasionado por el cambio de fechas deja a estos carnavaleros en una difícil situación: ¿elegir entre una y otra o compaginar las dos festividades? Cinco de ellos nos cuentan cómo han acogido la decisión municipal y qué harán cuando llegue el momento.
“Estoy emocionalmente descolocado porque tengo mis pasiones ubicadas temporalmente, como nos pasa a todos”, dice Luis Rivero, destacado cofrade y autor de coros, que fuera hermano mayor de la cofradía del Despojado. Sobre el cambio de fechas señala que “no lo esperaba porque creo que la realidad sanitaria actual nos empuja a acercarnos a la normalidad. Y está todo basado en unos argumentos en el alambre”. Asegura no quitarle “el valor al esfuerzo que hay detrás de la decisión, pero que algo esté trabajado no te asegura el éxito”.
Confuso, Rivero reconoce que “no sé qué haré, no quiero precipitarme porque de mi decisión depende un coro entero. Me afecta como cofrade y no sé cómo lo llevaría”. Para el coplero “egoístamente tengo más tiempo para escribir, pero hay que tener una visión de ciudad. Y esto, para Cádiz, es malo. Pierden la hostelería y los hoteles enero y febrero. Mayo y junio ya son buenos meses y se venden solos por el clima”. Rivero aventura que el COAC “empezará más tarde que el 25 de abril, porque creo que habrá menos grupos. Aún así, con la cercanía del Concurso, la Semana Santa será una semana fuerte de ensayos, de los últimos para perfilar. Y yo, si el coro sale, en Semana Santa no se ensaya, tenga o no tenga el coro adelantado. La Semana Santa la voy a vivir como siempre, eso lo tengo claro”. Sobre la coincidencia del Corpus y el Domingo de Piñata asegura que “por mucho que digan creo que no habían caído en la coincidencia”.
Julio Pardo Carrillo, el director musical del coro conocido como el de Julio Pardo, su padre, es otro de los reconocibles cofrades que además disfrutan de la fiesta de febrero. “Lo veo muy complicado pues en el coro tenemos cargadores, componentes de bandas, cargos en juntas de gobierno en hermandades y músicos que tocan en ferias”, avisa. Tiene claro que “no voy a poder obligar a ningún componente a ensayar en Semana Santa, porque en este caso lo que estaría fuera de contexto sería el Carnaval. Y porque el primero que no va a ensayar voy a ser yo”.
Para este músico gaditano “el Carnaval no es toda mi vida y no voy a sacrificar otras cosas porque la fiesta esté fuera de fecha. En el caso de que el coro saliera, cosa que no está clara, sería muy complicado hacerlo. Además, puede ser un martirio un concurso tan largo y dos meses después pensar en un coro nuevo”. Para más inri, en la Cuaresma, cargada de actos, Pardo Carrillo dirige el Rondón Gaditano, una orquesta de pulso y púa que interpreta marchas cofrades, lo que ocuparía muchas noches del último tirón de los ensayos del coro.
El cuartetero Selu Piulestán, integrante del grupo de su hermano Ángel y Javi Aguilera, forma parte de la junta de gobierno de la cofradía de la Merced y es cargador de la Virgen de Servitas, el Cristo de la Vera-Cruz, la Virgen del Buen Fin y Afligidos. Destaca que “va a ser complicado para quienes participamos en las dos festividades”. Y con tantas ocupaciones cofrades sentencia que “yo tengo claro que en Semana Santa no ensayo”. Aclara que los ensayos en Cuaresma “los podría sobrellevar, porque en un cuarteto los horarios son más flexibles al ser poca gente. Pero con la Semana Santa tan pegada al Concurso no me lo quiero imaginar, porque somos de meterlo todo a última hora. Y tampoco está claro que vayamos a salir”. También se pronuncia sobre la coincidencia con el Corpus. “No se entiende que coincida con el Domingo de Piñata, siendo el Ayuntamiento organizador de ambas fiestas. No se han parado a pensar en las otras celebraciones”.
“No soy partidario del cambio. Amo a las dos fiestas por igual y no entiendo una sin la otra detrás en el orden de siempre. El Carnaval tiene su fecha y no tiene sentido detrás de la Semana Santa”, expone Carlos Garrido, capataz del paso del Cristo de la Vera-Cruz y segunda del coro de David Fernández y José Manuel Pedrosa. Entre bromas dice que ya el coro sabe “que el Lunes Santo no voy”. Y añade que “en Cuaresma a la hora de los ensayos hay muchos actos y no sé cómo lo haré para estar en los dos sitios. Pero si me comprometo con el coro es para cumplir, eso está claro. A día de hoy no sé cómo me organizaré, a ver qué va ocurriendo”.
Garrido, que además de dirigir el paso del Señor de la Vera-Cruz carga el Cristo de la Sagrada Cena y el de El Perdón, concluye que “yo hubiese dejado el Carnaval en su fecha, y si no se puede hacer, pues no pasa nada”.
Tampoco lo tendrá fácil Emilio López, vicehermano mayor de la hermandad de Jesús Caído y cargador del paso del Nazareno de Santa María. En el apartado carnavalesco, caja desde ‘La maldición de la lapa negra’ del grupo de Manolo Santander, y anteriormente muchos años junto a Kike ‘Remolino’. Es rotundo al expresar que “mi Cuaresma y mi Semana Santa son incompatibles con los ensayos. Ensayar en Semana Santa no está en mi cabeza. Y en Cuaresma lo tengo complicado siendo un cargo en la junta de gobierno”. Sorprendido por el cambio de fecha, recuerda que un Carnaval en junio y el inicio de los ensayos para 2023 poco después supone “una inversión económica para una agrupación con dos meses de recorrido. Creo que es tirar el dinero”.
Expone López que “después de Semana Santa puede haber otro pico de contagios. Qué hacemos entonces con el Concurso y el Carnaval”. Sobre la actuación del Ayuntamiento señala que “ha tenido tiempo para buscar alternativas a las agrupaciones que ensayan en colegios”. Y por último se pregunta “¿dónde están los grandes autores? Nos hubiera gustado escucharles”.
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