Diario del Carnaval

COAC 2022: Escenografías con el freno echado

  • Los artesanos confirman que la mayoría de las agrupaciones han optado por la cautela en sus inversiones de cara al concurso

Montaje de una escenografía en el Concurso de Agrupaciones 2015.

Montaje de una escenografía en el Concurso de Agrupaciones 2015. / D.C.

El Concurso Oficial de Agrupaciones 2022 está muy cerca, a poco más de un mes en el caso de la preselección de adultos. Los 62 grupos participantes quieren escenificar de la mejor manera su regreso a las tablas después de dos años de pandemia. Y en esa escenificación tendrán mucho que ver los artesanos, a los que el parón les ha afectado, y mucho. Por eso trabajan con la ilusión de la vuelta al tajo, aunque no con la alegría de los encargos de antes de la llegada del coronavirus. Las agrupaciones, en líneas generales, van a invertir con el freno echado. La incertidumbre sanitaria y el hecho de que en septiembre deberán ponerse a pensar en el Carnaval 2023, ya en febrero, ha condicionado muchos de los proyectos que se materializarán en el Gran Teatro Falla desde el 16 de mayo.

Hay de todo. Algunas agrupaciones han invertido más y otras han optado por reducir gastos, alquilando incluso forillos”, dice Rafa Aragón, de Quattro’s Producción Artística y presidente de Artecar (Artesanos del Carnaval). En su caso ha recibido encargos “de la mitad de agrupaciones que un año normal, unas doce”. Y es que “teníamos poco tiempo y no hemos querido coger más trabajo” porque, además, “nos ha cogido en medio el montaje de varias casetas para la Feria de Sevilla”. Ya hace tiempo que estas empresas gaditanas optaron por no encasillarse en el Carnaval. Hicieron bien, pues era un negocio estacional que no cubría las expectativas de todo el año. Y la suspensión de la fiesta en 2021 más el retraso de la misma en 2022 ha hecho buena la decisión de tocar otros palos.

La mayoría de los grupos con los que trabaja Quattro’s son de Cádiz capital, siendo tres las foráneas. “Estamos mejor que en 2021, claro, pero con cifras muy inferiores a 2020”. En este año “transitorio”, como dice Rafa Aragón, los artesanos esperan recuperar el pulso a su trabajo en Carnaval a partir de agosto-septiembre ya con los proyectos, con tiempo, para febrero de 2023. Así lo entiende Juandi Aragón, de Achicarte, que admite que “no hay grandes inversiones y es normal, porque poco después del Concurso las agrupaciones se pondrán a pensar en el 2023, que es para cuando algunos grupos han dejado la idea más costosa”. De ahí que, en el caso de Achicarte, los conjuntos hayan apostado por ajustar precios. “Le han dado muchas vueltas a los presupuestos. Quienes han invertido más en el disfraz han recortado en escenografía y viceversa”, explica. Para muestra, un botón. Su empresa trabaja con cinco grupos de cara al COAC 2022 y o bien reciclarán forillos de anteriores carnavales, alquilándolos, o se han decantado por no llevarlo.

Álvaro Ortega, de Arte y Vida Factory, trabaja con grupos de los punteros “que han invertido igual que siempre porque saben que con los contratos posteriores al Falla van a recuperar el dinero”. Esta empresa es responsable de la escenografía de seis agrupaciones. “En un año normal han sido unas 15, pero tampoco esta vez hemos querido coger tanto trabajo porque había menos tiempo y el riesgo de suspensión por Covid siempre ha estado ahí”, apunta.

Manue Sánchez, uno de los veteranos en estas lides, confirma que las agrupaciones “han tirado por bajo, con mucho alquiler de forillos”. Este año trabajará solo con tres conjuntos “de cuartos y semifinales”, que “como es lógico no han querido invertir mucho puesto que apenas han cantado desde que llegó la pandemia y no han podido recaudar mucho”.

RAS Artesanos es una obligada referencia como empresa pionera en el boom de las escenografías desde mediados de los 90. Uno de sus socios, Antonio Quintana, señala que solo trabajarán con una agrupación, la chirigota del ‘Sheriff’, “que es cliente desde hace 25 años”. RAS hace tiempo que abrió otros caminos para no depender exclusivamente de la fiesta y sus proyectos en otros sectores son se sobra conocidos.

“Tampoco lo tenían muy claro muchos grupos y esa incertidumbre nos llevó a hacer poca cosa. Llevamos dos febreros sin Carnaval y si no hubiésemos abierto el abanico de trabajo hubiésemos tenido que cerrar la empresa”, concluye Quintana.

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