La clase RS:X, definición técnica del windsurf, seguirá siendo olímpica en los próximos Juegos de Río en 2016 después que la Asamblea General de la Federación Internacional de Vela (ISAF) aprobara ayer en la localidad irlandesa de Dun Laoghaire el cambio del texto que el viernes ratificó el Consejo y que mantenía al kitesurf como nueva modalidad, según lo aprobado en mayo de este año, en detrimento del windsurf.

Lo ajustado de la votación del Consejo de la ISAF realizada el viernes y en la que se rechazaba la discusión del cambio de dicho texto en la Asamblea porque sólo el 67% de los miembros (26 de los 38) votaron a favor (se precisaba el 75% para la aprobación), motivó que a última hora de la noche el presidente de la ISAF, Goran Petersson, decidiese, de acuerdo con la petición de varias de las federaciones nacionales del Consejo, presentar enmiendas a las dos primeras líneas del referido texto aprobado el pasado mes de mayo.

Esas dos primeras líneas recogían la entrada como clases olímpicas del kitesurf (disciplina practicada con tabla con cometa) masculino y femenino y las enmiendas contemplaban su sustitución por los del windsurf masculino y femenino, tal como había sido hasta el cambio efectuado en mayo pasado.

De los 113 miembros que forman la Asamblea General de la ISAF (105 naciones, 7 vicepresidentes y el presidente) con derecho a voto, 59 votaron a favor, 32 en contra y 22 prefirieron optar por la abstención.

La sevillana Marina Alabáu se proclamó campeona olímpica de RS:X en Londres 2012 logrando la primera presea dorada para España en dichos Juegos, y dentro de cuatro años tendrá la oportunidad de defender su medalla de oro. La también sevillana Blanca Manchón, una de las más beligerantes con la eliminación del windsurf de los Juegos, encontró el merecido premio a la lucha que lleva abanderando desde mayo.

Además, el italiano Carlo Croce fue elegido presidente de la Federación Internacional de Vela, en sustitución del sueco Goran Petersson, durante la misma Asamblea general.

Croce, de 67 años y presidente del Yacht Club Italiano, se impuso en la votación final al portorriqueño Eric Tulla, tras eliminar al tercer candidato, el australiano David Kellet.

Tulla, de 64 años, se presentaba bajo el lema "En la ISAF todos somos uno" buscando un cambio en la cultura corporativa del ente para promover la unidad, la eficiencia y la autonomía de la Federación Internacional. El español Gerardo Seeliger, que se presentaba como candidato a una de las siete vicepresidencias para las que concurrían trece candidaturas, no logró los votos necesarios y se quedó fuera de la elección.