Las lesiones son temidas por los jugadores no sólo por el tiempo que les obliga a estar parado, sino porque rompen el nivel logrado desde el inicio de la temporada y exigen empezar de cero. Algo que le sucedió a Miguel Delgado, el mediocentro del Cádiz B, que vio como su progresión fue cortada por una lesión grave en la rodilla, estando un año y medio casi parado.

Fue en el Córdoba B donde volvió a coger la forma y a sentirse jugador. El calendario ha decidido que regrese a su antigua casa, pero en esta ocasión como rival. A pesar de los buenos recuerdos y las amistades que tiene allí, se encuentra totalmente centrado en el Cádiz B y sólo piensa en regresar con los tres puntos en el bolsillo.

De su corta etapa en el filial cordobesista, estuvo un año entrenando con el equipo aunque no pasó a formar parte de la plantilla hasta diciembre, guarda muy buenos recuerdos y varios compañeros con los que ha mantenido el contacto. También ha visto algún que otro partido, de manera que está muy bien informado de la mala racha por la que actualmente pasa el conjunto blanquiverde.

Para Miguel lo que le ocurre al Córdoba B es que "han subido a muchos juveniles y aún no se han habituado a la categoría, pero se trata de un filial y en estos casos no se sabe con qué equipo te vas a encontrar en el campo. Nosotros estamos más hechos, lo demostramos el sábado, por lo que vamos con la moral alta y esperando que la suerte que nos faltó ante el Pozoblanco nos acompañé esta vez y se materialicen las ocasiones de peligro". Su gran campaña en el Córdoba B hizo que el Cádiz decidiera incorporarlo a su filial, pues ven en él a una futura promesa. La realidad es que es uno de los jugadores que menos minutos ha disfrutado en la temporada. Ha participado en un total de 14 partidos, en los que tan sólo en cuatro disfrutó de la titularidad, el resto saltó desde el banquillo. En total unos 480 minutos en los que ha conseguido un gol y le han mostrado una tarjeta amarilla.

Él mismo es consciente de su situación y afirma que a pesar de que se encuentra "muy bien" no está teniendo "minutos, pero también es comprensible porque he pasado por dos lesiones graves de rodilla y todavía me falta ritmo, pero poco a poco estoy mejorando. El entrenador me lo ha dicho, que estoy cada día mejor y que debo seguir trabajando porque tendré oportunidades".

Unas oportunidades que no quiere dejar escapar ya que "muchos compañeros están entrenando con la primera plantilla y es un bien para el equipo que es un bloque muy estable". Algo en lo que ha influido la llegada de Raúl Procopio ya que como expone Miguel "hubo un tiempo en el que los jugadores estuvimos un poco confusos porque la salida de Antonio Calderón fue muy precitada y aunque Richard era el segundo y se hizo cargo, cada técnico tiene su forma de trabajar. Por último Raúl, que ha tranquilizado la situación y hoy por hoy estamos muy bien tanto en el aspecto físico como en el táctico".

Para Miguel el partido contra el Córdoba B "será un encuentro muy especial, porque allí pasé un año de transición que me ayudó a volver a sentirme jugador de fútbol. Ya voy muy motivado ya que voy a un campo que conozco bien, fue un sitio que se convirtió en mi casa, pero mi intención es salir de allí con los tres puntos para el Cádiz B".

Sin duda será un partido muy disputado en el que la necesidad de sumar del filial cordobés, que pasa por una mala racha que lo ha acercado peligrosamente a la zona de descenso, hará que el equipo de Raúl Procopio se encuentre con un conjunto muy aguerrido ante el que debe demostrar que el juego realizado la última jornada no es una casualidad. Para ello Miguel cree que deben explotar su experinecia ante un rival "cuyo punto flaco es que son jugadores nuevos llegados del juvenil. Nosotros contamos con más experiencia, con jugadores que han estado en Segunda B, nuestra experiencia debe imponerse a su necesidad de puntos".