Bienvenido Marañón Morejón Bienve acaba de conocer la cara más amarga del fútbol. Cuando el pasado domingo jugaba con la elástica del Cádiz B, sufrió un brutal golpe en el rostro que le dejó literalmente k.o. Un jugador del Sevilla C extendió el brazo y lo giró hacia atrás para evitar que el delantero del filial amarillo le ganara en un desmarque. Unos malos modos que mandaron a Bienve al hospital, y que dos días después del golpe aún le mantienen de reposo en su domicilio y con serios problemas de visión.

El ariete cadista recuerda el mal trago vivido en el primer partido del filial en el campo Manuel de Diego de El Rosal, cuando por su cabeza se le pasó lo peor. "Es el episodio más lamentable que he vivido como futbolista", dice antes de recordar la jugada que terminó con el terrible desenlace para él. "Me desmarqué bastante bien en un balón largo que recibí y en ese momento me llevé el golpe en la cara. A partir de ahí ni veía y empecé con mareos. La verdad -agrega- es que no sé ni como fui capaz de llegar a la banda, ya que veía todo negro".

Los siguientes minutos al golpe estuvieron repletos de tensión para el filial cadista, ya que el partido se había reanudado y había un jugador que vomitaba sangre a la espera de ser trasladado de urgencia a un hospital. "Empecé a notar una fatiga muy grande y no paraba de vomitar. Me di cuenta que echaba sangre y que también esta salía por la nariz... Ha sido muy desagradable", explica con la voz un poco apagada.

El jugador fue trasladado al Hospital de Puerto Real, acompañado en todo momento por Quique González, coordinador de la cantera del Cádiz, donde estuvo esperando cerca de una hora hasta que le atendieran. La primera prueba a la que se sometió fue una radiografía, a la que siguió una cura de la zona dañada y la aplicación de antibióticos para contrarrestar el dolor. Ayer por la mañana el flamante goleador del Cádiz B acudió de nuevo al hospital para que le vieran el ojo izquierdo, que es donde impactó el brazo de Moisés García, el defensa del Sevilla C. El jugador presenta una herida interna que podría ser la causante de los problemas de visión. "Si me tapo uno de los ojos, con el otro veo bien. Pero si me quito el parche y trato de mirar con los dos, veo una imagen borrosa y, a veces, doble", explica Bienve.

Al delantero portuense le ha molestado que ni el jugador del Sevilla C ni nadie de la expedición hispalense hayan llamado para interesarse por su estado. "Nadie del Sevilla ha preguntado qué me pasa. Encima el jugador decía en el campo que no me había tocado, y yo tirado en el césped con la cara destrozada", se lamenta. Pero Bienve, muy dolorido física y mentalmente, va más allá al criticar la postura de su verdugo. "En el fútbol sobran futbolistas que hacen eso. Debe entender que a él también le puede pasar. Es inadmisible que diga que no me dio", reitera Bienve, muy apenado por el susto y el mal trago que han vivido sus familiares.

Por cierto, el árbitro no entendió que la jugada fuera falta.