Un partido grande, de los de verdad. Cádiz y Betis recuperan esta tarde un derbi que la última vez se celebró con ambos equipos en Primera División, por lo que ahora no cabe duda que está venido a menos. Lo que le da un sello especial es el hecho de que los amarillos hayan recuperado su plaza en el fútbol profesional y que los verdiblancos arrastren de una buena parte de su siempre espectacular masa social. Duelo de conjuntos andaluces y de grandes aficiones en busca de tres puntos que den forma a los respectivos objetivos, la permanencia para el Cádiz y el ascenso para el Betis.

No tiene nada que ver la última jornada de unos y otros. Mientras el equipo de Javi Gracia se llevó un inesperado varapalo en Castellón, el de Antonio Tapia no jugó por el efecto de la gripe A y la principal conclusión es que llega a Carranza bastante más descansado que su rival.

El Cádiz necesita la victoria sin pararse a pensar que la escuadra de enfrente es más propia de Primera División y que tiene varios internacionales. El equipo gaditano apela al dicho de que juegan once contra once y recuerda que Carranza, con su afición, debe ser mucho Carranza. La semana, en cuanto a declaraciones, ha ido orientada de esta manera para borrar de la memoria lo sucedido en el Nuevo Castalia y abogar por la recuperación de las señas de identidad que haga del Cádiz el equipo serio en labores defensivas, desde donde debe empezar el éxito del bloque.

A pesar de que desde el seno cadista se ha tratado de vivir con calma y concentración la semana de entrenamientos, la realidad es que ésta ha estado marcada por las dudas sobre lo que iba a suceder con el recurso por la sanción a Ogbeche -con final feliz al retirarle Apelación los cuatro encuentros- y por las molestias de jugadores como Mansilla, De la Cuesta y especialmente Toedtli, que antes de conocer la retirada del castigo al nigeriano centraba casi todas las miradas por partir con ventaja sobre Tristán en la carrera por la titularidad.

Después de que muchos de los futbolistas que actuaron en Castellón sufrieran pesadillas por el síndrome Ulloa, con el Betis llega un tal Pavone que reúne muchas de las características del delantero blanquinegro, condiciones que sacaron los colores al juego aéreo de la defensa gaditana. Álvaro Silva será una vez más el principal argumento y la torre cadista para abanderar una defensa en la que Dani Fragoso tendrá que emplearse con más dureza, bien entendida, para alejarse de ese cartel de zaguero blandito que le ha acompañado en los últimos encuentros.

Javi Gracia dio a conocer ayer la convocatoria después de la última sesión de entrenamiento, celebrada en el Carranza, siendo López Silva la única novedad en lugar del sancionado Fleurquin. El extremo regresa precisamente tras verse obligado a parar por la agresión que cometió en el choque contra el Real Unión. Los demás citados son los mismos que estuvieron en Castellón, quedándose fuera por decisión técnica Dani Miguélez, Jaume Costa, De la Cuesta, Mansilla, Velasco y Arriaga.

El entrenador navarro aseguró en su comparecencia del viernes que tenía decidido el once, si bien es más que posible que maneje alguna duda en las bandas y la mediapunta. López Silva será fijo en una de las alas, pero si al final juega en la derecha el sacrificado sería Fran Cortés, y si lo hace en la izquierda le tocaría a Nano ir al banquillo. Pero es que Fran tiene opciones de pasar a la mediapunta, lo que desbancaría a Caballero.

El ambiente está garantizado por el fuerte tirón entre los seguidores locales y el masivo desplazamiento de hinchas béticos, pues se esperan unos 3.000 en las gradas del Carranza en un duelo declarado de alto riesgo.