La pelota de papel

Como vasos comunicantes

  • El Barça, en crisis tras sumar 40 de 45 puntos. El sexto del torneo está a 17 puntos, mientras que entre el último y el duodécimo hay apenas siete.

La teoría de los vasos comunicantes viene a decir que en un conjunto de recipientes, comunicados por su parte interior, el líquido, en reposo, se nivela en todos ellos. Casi es lo que sucede en una Liga, que al final todo se nivela.

Hablar de crisis en el Barça parece osado cuando el conjunto de Gerardo Tata Martino ha sumado 40 de los 45 puntos posibles. Si esto es una crisis que se lo digan al colista de la Liga. Pero en un torneo en el que los tres primeros no fallan casi nunca cualquier tropiezo se magnifica. Más aún cuando la derrota es la segunda consecutiva, tras la sufrida en Champions en Amsterdam, ambas sin Messi, el mesías blaugrana que daba sentido con goles a un fútbol que ha perdido la filosofía que Pep Guardiola impuso años atrás.

El problema no es jugar en el País Vasco con la senyera cuando siempre lo hizo con su primera equipación, a pesar de que de amarillo y rojo no conoce la victoria esta temporada en partido oficial. Haciendo un paréntesis en este sentido, cabe citar que el Barcelona estrenó la polémica camiseta ante el Bayern en un amistoso y la escuadra de Guardiola ganó por 2-0. En partido oficial la nueva camiseta se estrenó en la ida de la Supercopa ante el Atlético de Madrid (1-1), con un empate a uno en el Vicente Calderón; y en la Liga se dejó ver en El Sadar ante Osasuna (0-0) y ahora en el Nuevo San Mamés (1-0). Y en la Champions el Barcelona la lució en el Giuseppe Meazza en el que firmó unas tablas ante el Milan.

El problema real es que las comparaciones son odiosas y hace demasiado poco que el Barça de Guardiola maravilló en España y en Europa. Del tiki taka se ha pasado al tiki tata, un juego mucho más directo en el que los balones largos son una opción prioritaria.

Mientras, el Atlético se mantiene firme como colíder. Los 40 puntos del Atlético a estas alturas sólo son superados en la historia de la Liga por el Barça de Tito Vilanova el curso pasado, que tenía a estas alturas 43. Hace un año los colchoneros contaban con tres puntos menos y hace dos, 21 menos. Y se engancha el Madrid, con o sin Cristiano Ronaldo, que por fin ha encontrado una filosofía que le da para estar al acecho. Todo se nivela al final en una Liga que, al menos, ya es de tres y no sólo de dos. Un recipiente más por el que se reparte el líquido.

¡Que viene la Copa!

Por abajo, pese a que las diferencias con la zona alta se agrandan, todo se iguala también. El Betis, colista con sólo 10 puntos, está a cinco del decimocuarto. Menos de dos triunfos. Enlazar dos victorias para los de la retaguardia de la clasificación es el maná. De hecho, de los siete últimos sólo dos lo han logrado en lo que va de campeonato: el Rayo, en las jornadas 8 y 9; y el Almería, penúltimo ahora, que encadenó tres entre la 11 y la 13. En ese momento, claro los almerienses estaban fuera del descenso. Y ahora llega una Copa que muchos tirarán. Conocido ya el camino hasta el final, para los que se juegan la permanencia saber que en semifinales tendrán al Real Madrid, el Barcelona o el Atlético le quita las ganas a cualquiera. La Liga también se comunica con la Copa y al final todo el líquido (y el dinero de las televisiones) cae en el recipiente de los grandes.

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