fútbol Segunda División B

El trabajo tiene su premio

  • El San Fernando logra una valiosa igualada ante un enorme adversario en el partido del 'exilio' en Chiclana

Lolo Guerrero intenta el remate a puerta tras el testarazo de Pau Franch que desvió Dani Barroso.

Lolo Guerrero intenta el remate a puerta tras el testarazo de Pau Franch que desvió Dani Barroso. / román ríos

El inicio es prometedor. Y lo es porque el San Fernando demostró ayer que es un equipo compacto, sólido, con oficio y con mimbres suficientes para pasar una temporada, cuanto menos, sin sobresaltos. Los de José Pérez Herrera, en el primer asalto de la temporada ante sus aficionados, dieron una grata impresión y, sobre todo confianza para lo que resta de temporada.

Y eso que el primer partido ante sus incondicionales tenía premisas importante. De un lado, el saber como se desenvolvería el cuadro de La Isla como local, situación de privilegio con la que no ha podido contar durante toda la pretemporada, en segundo porque tenía que afrontar el partido en el exilio de un campo que no es el suyo, pero que recordó, de alguna manera, aquellos partidos de fútbol en el viejo Madariaga, con una afición muy cerquita de sus jugadores, casi dándole el aliento. Y en tercer y último lugar, y no por ello más importante, porque enfrente tenía a un rival de armas tomar, un equipo confeccionado para estar entre los cuatro primeros clasificados y que dejó patente que tiene grandes, grandísimos, jugadores de categoría superior.

Pues a todo le hizo frente el San Fernando de Pérez Herrera, ese que ofreció una contundente línea de cuatro, donde la sensación fue, sin duda alguna, el sustituto de Zamora en la zaga, Oca, que se ha ganado en un sólo partido a la afición azulina. Con un Lolo Guerrero en el mismo tono que la pasada campaña, un Gaby Ramos que fue de lo mejor del partido y un Diego Simón que rayó a la misma altura.

El técnico jerezano, ante la baja de Pedro Ríos, ofreció un doble pivote por delante, con Raúl Palma, que se ha ganado por méritos propios el cartel de indiscutible y un Bruno Herrero que parece vivir una segunda juventud. Carri, en la media punta, Vera en la banda izquierda ofreciendo cosas y los dos artilleros en punta. Parece que el entrenador azulino se ha olvidado ya de aquello de jugar con un solo hombre arriba, para buscar en la pareja Buba-Pau Franch los márchamos de gol.

Pues estos argumentos sirvieron para aguantar a todo un peso pesado, un Melilla que contó a los siete minutos de juego, ya embutidos todos en el calor sofocante, con la primera oportunidad del partido en un remate de Brian Martín que salió demasiado cruzado.

El respeto y la presión en la zona ancha era la nota predominante del choque hasta la llegada de la primera oportunidad isleña, esa que protagonizó Carri en banda para buscar un balón en el corazón del área chica donde no pudo llegar Pau Franch antes que los defensores melillenses despejasen las dudas mandado a córner el esférico. Corría el minuto 19 y hasta el 40 no hubo muchas más oportunidades.

Fue Vera el que despertó entre el calor y el viento, a su equipo con un remate abajo que Dani Barroso mandó a saque de esquina y cuando el primer tiempo expiraba pudo cambiar el curso del partido. Un saque de esquina terminó con un impresionante remate de Pau Franch que el cancerbero melillense sacó en la misma línea de gol, el balón quedó muerto en el área chica y ni Lolo Guerrero, ni Vera acertaron a meter el esférico dentro de la portería visitante.

Con los mejores minutos isleños se cerró el primer acto de un encuentro que tuvo continuidad en la segunda parte de la misma manera con la que terminó la primera.

Nada más comenzar la segunda parte, Buba contó con otra grandiosa oportunidad, pero su remate cuando encaraba a Dani Barroso se fue lamiendo el travesaño y, un minuto después en el 47' Oca pudo debutar ante los suyos con gol en un remate de cabeza a la salida de un córner que se fue fuera.

El partido iba cambiando de dueño conforme pasaban los minutos y si Igor Martínez tuvo una oportunidad en un remate de cabeza en el 60', Buba pudo desestabilizar la balanza del lado isleño en el 81 en un disparo seco tras fabricarse una jugada.

El partido terminó con una enorme intervención de Rubén Gálvez a tiro de Igor Martínez en tiempo de descuento.

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