Apoyado en su fuerte defensa, los Denver Broncos conquistaron la edición número 50 de la Super Bowl de la NFL al vencer con autoridad por 24-10 a los Carolina Panthers, conquistando así su tercer título tras los de las temporadas 97-98 y 98-99. Los Panthers, por contra, favoritos tras llegar a la final habiendo sufrido sólo una derrota en toda la temporada, no pudieron alcanzar su primer anillo de campeón en la historia.

En un partido en el que los focos estaban sobre los quarterbacks, fue la defensa de los Broncos la que marcó la diferencia ante el que había sido el mejor ataque de la Liga. "Estuvieron impresionantes, no sólo en este partido, sino durante toda la temporada", destacó Peyton Manning, una de las leyendas vivas de la NFL de los últimos casi 20 años. Activo desde 1998, el cinco veces mejor jugador de la temporada y ganador en 2007 de la Super (nombrado MVP), ostenta el récord de la NFL con 539 touchdowns (marcas) y 71.940 yardas recorridas.

Destacada durante el año al punto de considerarse una de las mejores de la historia, la zaga de Denver presionó a Cam Newton, el quarterback de los Panthers, y consiguió abrir el partido. Tras pasar en blanco sus primeras tres fases ofensivas, Newton no tuvo protección y fue placado en su línea de marca por el defensa Von Miller, provocando una pérdida de balón que fue capitalizada por Malik Jackson. Esa acción empezó a moldear un choque para el olvido de Super Cam. La máxima estrella de los Panthers nunca entró en ritmo, acertó apenas 18 de 41 pases y apenas recorrió 290 yardas. Aseverando una premisa del deporte, la defensa ganó el campeonato para los Broncos. El trabajo de Danny Trevathan y T.J. Ward fue formidable presionando a Newton, aunque todo el reconocimiento fue para Miller, premiado como MVP del partido tras cazar a Newton en cuatro ocasiones, incluyendo la jugada que abrió el partido.

Los Broncos, que se fueron al descanso con una ventaja de 13-7, contaron además con la conducción ofensiva del veterano Manning, que sin ser brillante a los 39 años se convirtió en el quarterback más veterano en lograr el trofeo Vince Lombardi de campeón. Con todo, el ataque de los Broncos tampoco funcionó de la mejor manera, pues no pasaron de las 200 yardas (194), estableciendo un récord negativo en un ganador de la final en la historia del Super Bowl.

Denver sumó gracias a su pateador Brandon McManus, que estuvo perfecto y aportó tres goles de campo a la causa. Tal vez lo más destacado del ataque de Broncos fue con el corredor CJ Anderson encontrando espacios para sumar un touch down en 21 recepciones para definir la final.