De repente, la atmósfera olímpica regresó a Pekín. "Los dos Juegos con el mismo brillo", se propusieron los organizadores de los Paralímpicos, que arrancan hoy con otra espectacular ceremonia de apertura en el Nido de pájaro. Los detalles sobre la fiesta de casi tres horas se guardan como un secreto de Estado, pero algo se filtró: entre fuegos artificiales, los 91.000 espectadores serán llevados metafóricamente en tres viajes a través del universo, el tiempo y toda una vida.

"Vuele con el sueño", reza el eslogan de la apertura de los Paralímpicos dos semanas después del final de los Juegos de Pekín, por los que China fue muy elogiada.

A diferencia de sedes anteriores, la capital china no se esforzó menos para la cita paralímpica. Las prohibiciones de circular para la mitad de los coches, que según su número de matrícula sólo pueden utilizarse los días pares o impares, todavía siguen en vigor. Las fábricas tampoco pueden volver a incrementar su producción, por lo que en lugar de las calles crónicamente atascadas y el aire contaminado de Pekín, los más de 4.000 atletas y los 17 millones de habitantes de la ciudad seguirán disfrutando de aire limpio y tráfico fluido.

Ante el gigantesco impulso, los organizadores hablan de "los Juegos Paralímpicos más grandes de todos los tiempos". Más de 400.000 voluntarios y 178.000 oficiales estarán en acción. Y más de 100.000 policías se ocuparán de la seguridad, una cifra muy similar a la de los Juegos de agosto. Más de la mitad de los 2,1 millones de entradas está vendida, y debido a la gran demanda se abrieron en el Nido nuevas tribunas, lo que supone añadir 500.000 entradas más a los 1,6 millones ofrecidos inicialmente.

Al igual que en los Juegos, en los que China se impuso a Estados Unidos en el medallero, el equipo anfitrión, que presenta su mayor equipo con 332 atletas, también aspira al oro en los Paralímpicos. En Atenas, China ya estuvo en lo más alto del medallero, aunque el país aún necesita de un impulso mayor en la facilidad que se ofrece a los discapacitados. "Las prestaciones para los discapacitados en China aún cojean", dijo a medios estatales el jefe de la misión china, Wang Xinxian, que espera que los Juegos dejen un legado en un país donde hay 83 millones de discapacitados.

Pekín se ha preparado para atender a los atletas y visitantes de los paralímpicos con una flota de 70 taxis para discapacitados, importados desde Inglaterra, rampas y ascensores para sillas de ruedas o bordillos bajos. La ciudad gastó 6,6 millones de euros para hacer más accesibles 60 puntos turísticos. El conocido restaurante Quanjude, especializado en el pato pequinés, ofrece incluso menús en braille para ciegos.