Era la crónica de una muerte anunciada. Desde la noche del domingo estaba muy claro que el club tenía decidido dar un giro a la situación actual tras la pésima imagen del equipo contra el Nástic y ayer se hizo oficial. Raúl Procopio dejó de ser entrenador del Cádiz y su sustituto será Julián Rubio, que está previsto que hoy dirija la primera sesión de trabajo de la semana. Después de múltiples gestiones a lo largo de todo el día, el presidente del club, Antonio Muñoz, comunicó el relevo en el banquillo después de una reunión que se prolongó desde las siete y media hasta las nueve y media en el hotel Bahía Sur.

Rubio se hará cargo del equipo en las tres jornadas que restan para el final de la competición y no existe compromiso alguno para que siga por más tiempo más allá del 30 de junio. El presidente del Cádiz comenzaba diciendo que no era una decisión sencilla: “Nunca es agradable informar de la destitución de un entrenador, pero las situaciones no se eligen, sino que surgen. El consejo en pleno ha entendido que la situación es muy delicada y que no podemos quedarnos cruzados de brazos porque sería una irresponsabilidad por nuestra parte. La dinámica de los cinco últimos partidos es muy negativa y estamos convencidos de que podemos sacar los puntos que necesitamos para salvarnos con la persona de Julián Rubio, del que tenemos buenos informes por nuestra secretaría técnica y por gente del mundo del fútbol que habla muy bien de él”.

Muñoz espera que el equipo sea capaz de reaccionar “como lo hizo cuando entraron Calderón y Raúl” y espera que ello suceda porque supondría que “la pesadilla habría terminado”. “Estoy convencido de que salvaremos la categoría, de peores situaciones hemos salido históricamente y al final celebraremos la permanencia como si fuera un ascenso por lo mal que lo venimos pasando en toda la temporada”.

Explicó que Rubio llega “para los tres partidos” y que no hay compromiso ninguno para la próxima temporada. “Tenemos que cambiar la dinámica y pensamos que es la persona idónea para lograrlo y mantenernos en la categoría. Estamos convencidos de que va a ser así”. Fue un día de muchas gestiones, pero el máximo dirigente cadista quedó muy satisfecho:“Ha sido complicado porque, inicialmente, pocos quieren correr ese riesgo, pero siempre hay quien tiene confianza en sí mismo, en la plantilla y que ve un calendario favorable. Hemos encontrado una persona así y que está convencido de que salvaremos la situación. Creemos que el cambio va a ser efectivo”. Todavía no se ha decidido quién va a ser el segundo entrenador, algo secundario en este momento. Podría continuar Barla o quizá podría ser Buenaventura quien ocupara el cargo.

Muñoz se mostró sensible con la figura de Raúl Procopio y dijo que “todos estábamos muy interesados en que nos hubiera salvado, pero las cosas no han salido como esperábamos y no hemos tenido más remedio que tomar esta decisión. A Raúl le fuimos muy claros desde el principio, sabía que habíamos hablado anteriormente con otros entrenadores y que todo dependía de los resultados”.

Para terminar, el presidente del Cádiz hizo hincapié en pedir la unión a todo el cadismo para que el equipo se encuentre con el ambiente idóneo:“No es el momento de echar broncas ni de criticar. Ahora lo que hay que hacer es arropar a los jugadores, que son los que nos van a sacar de esto. Ya habrá tiempo de dar palos cuando termine la Liga. A todos nos conviene que el equipo siga en Segunda”.