El gol es el bien más preciado en el deporte del balompié. No hay futbolista que no haya soñado al menos una con perforar la portería contraria. El Cádiz no sólo se reconcilió el pasado domingo con la victoria cuando más necesitado estaba después de contar cinco largas jornadas sin ganar, se reencontró también con la salsa del fútbol tras haber regresado de vacío del campo del UCAM Murcia -la primera derrota de la temporada- sin apenas tirar a puerta. Dos goles contra La Hoya fueron suficientes para el renovado abrazo con un triunfo que sirve para insuflar un poco de tranquilidad en una semana que se prevé menos tempestuosa que la anterior. Y es que cuando los puntos llegan de tres en tres, se acaban los problemas más allá de si el juego es vistoso o no.

Resulta llamativo que la autoría de los siete tantos marcados por el Cádiz en otras tantas jornadas ya disputadas lleven la firma de sólo tres jugadores: Juan Villar (3), Jona (2) y Airam Cabrera (2). Entre los tres se reparten el pastel anotador de un equipo que, con números en manos, demuestra que depende del acierto del trío de artilleros para sacar los partidos adelante. Cada vez que el conjunto gaditano marca, no puede ser otro que el onubense, el hispano-hondureño o el canario el que haya puesto la rúbrica. Los demás compañeros aportan otras cosas menos el acierto en los últimos metros. Juan Villar, máximo goleador del Cádiz en la Liga hasta la fecha, acertó contra el Jaén, el Granada B y La Hoya Lorca. Jona marcó en el choque inaugural frente al Betis B y ante el equipo lorquino, mientras que Airam Cabrera vio puerta contra el filial bético y en la visita al Marbella.

Hay un dato curioso que sobresale en el arranque del campeonato liguero. El Cádiz es el segundo equipo del grupo IV de Segunda División B que menos goleadores tiene con los tres protagonistas ya conocidos. Sólo el Betis B -penúltimo clasificado-, con dos únicos anotadores para un total de tres escasas dianas, presenta una menor aportación goleadora de la plantilla. En el Arroyo y el Sevilla Atlético están igual que en el conjunto amarillo, con tres jugadores capaces de meter el esférico entre los palos, aunque en global llevan menos tantos (cuatro los extremeños y cinco los jóvenes del filial de Nervión).

Los demás equipos del grupo IV se distribuyen la tarta goleadora de manera más equilibrada y en todos hay más tres futbolistas con el punto de mira afinado. El Jaén, segundo en la tabla, es el máximo goleador con 14 tantos (una media de dos por encuentro) y el que más aliados con el gol dispone. Hasta nueve jugadores del cuadro jiennense han celebrado al menos una diana, entre ellos Montero, que con cinco lidera la lista de máximos artilleros del grupo junto a Dani Romera (Almería B) y Wilson Cuero (Granada B).

Una de las claves del buen comienzo de campaña de El Palo es la activa implicación anotadora de sus jugadores. Ocho de ellos han visto puerta para sumar la nada despreciable cifra de 11.

El UCAM Murcia, líder gracias a su provechoso sprint de salida, cuenta hasta el momento con siete goleadores en sus filas que se reparten los nueve aciertos que le valen para reinar de manera justa.

Lucena (siete goleadores), Córdoba B, Villanovense, Cartagena, Cacereño (seis goleadores cada uno), Balona, Marbella, San Roque de Lepe (cinco), Almería B, La Hoya Lorca (cuatro)... En casi todos los equipos hay más participación en la definición que en el Cádiz, que necesita de la afinación de más futbolistas para mejorar la cuenta goleadora y que la dependencia de tridente no sea tan. La aportación de Migue García y de los centrocampistas se antoja importante. El jiennense tuvo una clara oportunidad el pasado domingo, pero se topó con el portero, al igual que Navarrete. Servando lo tuvo cerca tras un córner.

En la Copa del Rey sí ha habido una mayos redistribución de los cinco goles marcados por el Cádiz en las dos eliminatorias disputadas. Contra el San Roque de Lepe (0-3) anotaron Juan Villar, Migue García y Tomás. Frente al Lealtad acertaron entre los palos Navarrete y Airam Cabrera.