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Suecia | españa · ambiente

Más que nunca, el rojo y gualda

  • Durante la previa del partido, Innsbruck se tiñó con los colores españoles, el colorado de los hinchas hispanos y el amarillo de los suecos · La afición patria, en menor número, fue la más bullanguera

Miles de aficionados españoles siguieron apoyando dentro y fuera del estadio del partido a la Roja en su segundo encuentro del grupo D de la Eurocopa, que la enfrentó ayer a Suecia en el Tivoli Neu de Innsbruck.

Desde la tarde del viernes, las calles de la capital tirolesa se tornaron, más que nunca, rojas y amarillas, indumentaria que lucían los seguidores de uno y otro equipo, en ligero mayor número los nórdicos, pero bastante más ruidosos los hispanos, muchos de los cuales presenciaron el partido en la Milla del Aficionado de la capital del Tirol.

No sólo se dejaron ver en Innsbruck. En Neustift, en el valle del Stubai tirolés, donde España tiene instalado su cuartel general, lo mismo se podía encontrar a un grupo de cordobeses -con mini-toro mecánico incluido- cenando al son de la música tirolesa que interpretaba un dúo con guitarra y acordeón, que a una pareja de amigos de Huelva subiendo el teleférico a una zona plagada de practicantes de parapente.

En las últimas 24 horas ya ondearon las banderas españolas y suecas en el aeropuerto de Múnich, en Alemania, que pilla bastante cerca de la capital del Tirol, donde el viernes, y durante la mañana de ayer, los seguidores de ambos equipos celebraron una vez más la gran fiesta del fútbol.

Volvió a correr la cerveza y más de uno emuló al mismísimo Alfredo Landa, dada la procedencia de las seguidoras del rival en cuestión. Sin incidentes y con un gran ambiente, la afición española volvió a entonar sus cánticos habituales, destacando, como siempre, el "Que viva España" y el "A por ellos".

Una vez en el Tivoli Neu, la afición española ocupó de nuevo el mismo fondo del estadio -el sur- que el día de la goleada contra Rusia (4-1). Destacaron pancartas de Burgos -la más original de todas ellas, la del Club de fans Ernesto de Hannover de esa localidad- sobre los colores de la bandera de España, encima de los cuales lucían también Linares (Jaén), Córdoba, Utrera (Sevilla), Melilla, Talavera (Toledo) o Benicarló (Castellón). También banderas regionales, como las del Principado de Asturias o La Rioja; y de clubes españoles, como el Atlético de Madrid, el Athletic o el Espanyol.

Antes del protocolario saludo entre los capitanes, Fredrik Ljungberg e Íker Casillas, sonaron los himnos nacionales. Y volvió a repetirse la cantinela del pasado martes, la del encuentro ante Rusia: como la Marcha Real no tiene letra, la afición española tatareó su himno. La sueca lo cantó instantes después.

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